Un niño me está creando a través del sueño 

casi todos ignoran que son el remanente del sueño de algún niño 

crecer es un mero acto de traición

en contra de la arquitectura onírica

del niño que se está despertando 

mientras aún no estoy completo

cerró sus ojos otra vez

pero quedé varado en la pesadilla. 

La historia de la Historia es la pérdida

en el camino nos vamos dejando 

los amores/el dinero/los dientes/el cabello

la resta es la configuración predeterminada

el futuro es el cobrador más agresivo

que uno pudiera imaginarse.

Si saltara de este puente no perdería 

más que mi cuerpo y mi nombre

porque no serían más grandes que el puente

ni el río que lo nombra.

Ascendimos en nubes mecánicas 

tu voz llovía sobre mis oídos trasnochados 

me dejaste el pecho pleno de caricias 

plexo musical que tus manos bordeaban

y tu cuerpo se hacía gris

cuando la luz se quebraba en tu espalda 

yo puntuaba con besos serenos

un garabato que se volvía erizo

rizaba tus piernas adheridas al asombro 

vibraba la semilla como si de ella

fuera a emerger un árbol desde la inmediatez 

de la piel cubierta con palabras

te enraizaste a la nube colgada de un rayo 

y nos volvimos una arena finísima 

que se escapaba del tiempo

la luna era una flor vasta que se abría en el cielo

y en el espiral del cenit volvíamos al origen.

Llévame de nuevo al río 

donde los peces no morían 

por la ambición de alguna multinacional 

donde el agua era leve

y no esta negrura de plomo y mercurio 

llévame de nuevo al río 

donde tu lengua brotaba de entre las rocas

y un tronco nos servía de diván

a veces de canoa para ir a ciudades no imaginadas 

un tronco podía ser cualquier cosa

con el debido motor

lo sabíamos 

ya no hay río 

sino un camino de piedras cenizas

que me duele atravesar.

Bauman imaginaba una modernidad líquida

pero la modernidad es plástica y electrónica 

pvc / transistores / maniquíes / orgasmos digitales

una ciudad sin luces

con una magia 

cuyo truco es fácilmente revelado

el mundo es un centro comercial

donde ya casi nadie cree que la felicidad

no puede ser comprada.

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Christian Encarnación (Santo Domingo, 1997). Poeta y fotógrafo autodidacta. Estudia en la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Publicó Ausencia del vacío (Editora Nacional, Premio de Poesía Joven Zacarías Espinal 2021). Con Todas las madres nos condenan a muerte obtuvo el Premio Luna Insomne para Jóvenes Poetas 2024, organizado por la Fundación Cultural Lado B y Luna Insomne Editores.