Este poema viene desnudo y transparente, delgado como un hilo, liviano, imprescindible, cotidiano como los enseres de la casa. Este poema viene sin sexo y sin horas, sin drogas y sin amigas, de espaldas, con cuchillos en sus fauces, sin faldas y cigarrillos, como un pájaro, una caída o un alumbramiento. Este poema viene con latidos y sangre, dentro de un panal de abejas asesinas, doloroso y nauseabundo, salvaje y con pelos en las piernas. Este poema viene de adentro, trae la ingravidez del alma y las rosas que dormitan en el pecho, trae la tristeza en un frasco pequeño y lo destapa, y lo huele, y se enamora de su fragancia lacrimógena. Este poema viene del fondo, se me escapó de un resquicio del alma y ya no consigo hacerlo regresar. ___
Rosa Silverio, poeta, narradora y periodista cultural radicada en España. Premio Nacional Salomé Ureña de Poesía 211 y Premio Letras de Ultramar en Poesía, New York, EE.UU. 2017.