Genitales bajo el vino

Óyeme tierra, así, escribiendo así,

En la espesura de pámpanos dormido:

Mi pecho frío junto a mis intestinos

Se ha cuajado. Mis dedos alhajados

Buscan el Árbol de la Noche, clavan

Sus uñas de imprenta en los racimos

De la Vida y de la Muerte. Óyeme tierra

De grandes frutos áureos y serpientes,

Luciérnaga entre muros de papiro,

Negro universo del quinqué y el sexo,

Justicia del gusano, mal Paraíso.

Mírame tierra, así escribiendo, así

Desnudo, Adán poeta, quieto y triste,

En esqueleto, sierpe y uva convertido.

Cuerpo de tierra

Todo lo que veo sobre la tierra

Me convence que jamás seré un hombre

Ni una mujer ni una hormiga

Y ni siquiera una persona educada

No me corto el pelo ni la barba

Sino cuando el cielo me lo pide

El cocodrilo es mi hermano querido

Las cucarachas mi única familia

Comparto con la yerba y con el sapo

El amor a la lluvia        con la araña el arte

De levantar castillos de saliva

Así avanzo       avanzo todavía

Generalmente en cuatro patas

Encima de dos zapatos

O debajo de un sombrero.

Ceremonia solitaria en compañía de tu cuerpo

Penetro tu cuerpo tu cuerpo

De carne penetro me hundo

Entre tu lengua y tu mirada pura

Primero con mis ojos

Con mi corazón con mis labios

Luego con mi soledad

Con mis huesos con mi glande

Entro y salgo de tu cuerpo

Como si fuera un espejo

Atravieso pelos y quejidos

No sé cuál es tu piel y cuál la mía

Cuál mi esqueleto y cuál el tuyo

Tu sangre brilla en mis arterias

Semejante a un lucero

Mis brazos y tus brazos son los brazos

De una estrella que se multiplica

Y que nos llena de ternura

Somos un animal que se enamora

Mitad ceniza mitad latido

Un puñado de tierra que respira

De incandescentes materias

Que jadean y que gozan

Y que jamás reposan.

Impromptu

éste es tu cuerpo o nada

una nube o una rueda

un caballo o cinco dedos

qué alegría       estoy vivo

o la lluvia

un ruido de tijeras

cuatro pasos     un silbido

un grito                        una habitación

otro grito

un cometa en el cielo

un cuchillo en la boca

dos ojos abiertos          una esfera

dos ojos más

siete brazos      una mano

tres o cuatro tigres

una cabeza rubia

un beso de mamá

cuarenta espejos rotos

cuarenta tíos carlos

un teléfono sonando

un cadáver en el suelo

un señor aburrido

una historia cualquiera

un teléfono sonando

tres o cuatro tigres

qué tarde me acuesto

estoy solo

una palabra u otra

no importa qué cosa

un teléfono sonando

un cadáver en el suelo

una raza de perro

un perfume de francia

etcétera                        etcétera

Cuerpo transparente

Completamente azul y despeinado

El corazón y la cabeza entre las nubes

Heme sin mejilla y sin mirada

Con un rayo de luna en el bolsillo

Para vivir

Uso una máscara de carne y hueso

Un cigarrillo y luego una sonrisa

O primero una sonrisa y luego un cigarrillo

Posiblemente encendido

Visto saco y pantalón planchado

Frecuento hoteles amarillos

Nadie me espera ni me conoce ni me mira

Mi cuerpo es humo materia indiferente

Que brilla brilla brilla

Y nunca es nada.

Cuerpo dividido

Si la mitad de mi cuerpo sonríe
La otra mitad se llena de tristeza
Y misteriosas escamas de pescado
Suceden a mis cabellos. Sonrío y lloro
Sin saber si son mis brazos
O mis piernas las que lloran o sonríen
Sin saber si es mi cabeza
Mi corazón o mi glande
El que decide mi sonrisa
O mi tristeza. Azul como los peces
Me muevo en aguas turbias o brillantes
Sin preguntarme por qué
Simplemente sollozo
Mientras sonrío y sonrío
Mientras sollozo.

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Jorge Eduardo Eielson. Poeta y artista plástico peruano considerado una de las voces más radicales y a la vez más puras de la poesía hispanoamericana de este siglo.