Noviembre, en algún lugar

Tocan la puerta.

—¿Quién es? –pregunto.

—Soy yo –respondo.

Abro y me veo diferente. 

—Tanto tiempo –digo–, me alegra 

que sigas escribiendo.

—Ya no son poemas encendidos.

—No importa –dice–. Ahora tienes

la vida corriendo en tus poemas.

—Mi vida no es poética –contradigo.

Me brillan los ojos, el mismo brillo 

de hace treinta años.

—Eres un muchacho hermoso –dice.

—Soy un viejo comemierda –dice–. Solo 

tengo el relámpago de lo que fue mi vida.

Cámara lenta dejándome el goce de 

la música. 

—Hablas como un viejo –digo.

—Acaso no lo soy –digo.

Es mi homenaje a la luz de las mujeres

que no tuve y que hoy te acompañan.

—No –dice–, si nunca se fueron de tu lado. 

—Eso –digo–, ahora hablo con el ángel 

que me cuida y me protege a cambio del oro 

de mi corazón que entrego sin restricciones.

50 años no son muchos –dice-digo–, 

abrazando al joven visitante.

AMOrOMA 

Juan entra en un bar y descubre a María,

vamos a Roma –le dice–. Antes 

de que responda, saca de la manga 

un frondoso ramo de rosas frescas. María

sonríe y amanece en su cama junto a Juan.

Cuando él sale del departamento

va pensando en que ella lo ama. Llega a su casa 

y su casa no existe,

su mujer no existe, ni sus amigos ni sus padres.

Desesperado corre nuevamente al bar,

allí divisa a María, se acerca y le dice

–vamos amoR–. Ella extiende la mano y

le muestra el un lado y el otro, la cierra; 

sopla tres veces sobre la mano cerrada y 

al abrirla alegres mariposas

revolotean ante los ojos de Juan 

mientras María desaparece.

Juan queda con un ramo 

de rosas marchitas en el pecho y mariposas

amarillas danzando sobre su cabeza.

Roma, el amoR, María, las rosas, el bar,

su cabeza marchita con alegres mariposas,

su novia no existe, María está en el bar,

su padre amanece, nadie llega a casa,

corre cama de la manga la casa pensando

ramo de rosas cierra al uno y otro lado

amigos tres veces sopla sopla.

Un mañana

esto de despertar

y saber que hay un mañana 

y mañana al despertar

saber que hay un mañana y mañana unmañanaymañanaunmañanay

pero vos sabes que si despiertas 

un lunes

a la mañana siguiente será martes

y el lunes es lunes

y el martes martes

vos sabes que el lunes se trabaja

el martes se trabaja

y los miércoles

y los jueves

y los viernes

pero esto no quiere decir 

que todos los días son iguales 

porque el lunes es lunes

y el martes martes 

aunque los siete días 

podrían ser domingo 

y el lunes lunes 

pero vos sabes 

lo que importa es saber que hay un mañana.

¿Para qué sirve un escritor?

Un escritor es alguien que baja al infierno

y trae noticias para que los demás, 

sin visitarlo,

sientan cómo queman las llamas humanas.

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Edwin Madrid (Quito, Ecuador, 1961). Poeta, editor, bibliotecario y director de talleres de Escritura Creativa, licenciado en Literatura.Dirige la Colección de poesía Ediciones de la línea imaginaria. Sus poemas aparecen en varias antologías de poesía hispanoamericana. Algunos de sus libros se han traducido al árabe, inglés, francés, portugués. Su más reciente libro es La novela de mi poesía 2022.