Hay un mundo todavía

El aire de las piedras me mantiene

respirando de los asientos y el inglés

caminándome como tu nombre el redil.

Quieres que mi cuerpo palpite como el que quiere irse

en mis pies con la falsa coralillo de tus huesos

nuevos y sin pelea. Somos el ponto en la lava de océano.

Soy. Quiero decir. Somos. La única piedra

volcánica que puedes recoger

en este lago seco donde nos ponemos nerviosos

sabiendo que nadie llama.

Porque

Somos el objetivo de

Bolas de Play-Doh alineadas encima de

una placa de madera para cama donde rascamos los nombres de

estrellas de baño de

las que dicen estoy en casa de

un sacerdote protestante de

la ortodoxia rusa propagandista de

los domingos de niños desaparecidos de

cada domingo, buen demonio de

este domingo, dime si no te da vergüenza que hable de

lo que unes con los dedos en las esquinas, sin título de

una señora madre que recuerde de

dónde son los gritos como ratas metiéndose por el entrecejo de

   tu puerta.

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Carlos Alejandro (Puebla, México, 1996) es maestro en economía por la Universidad de Brístol y Adam Smith Fellow en el centro Mercatus, de la Universidad George Mason. Escribe una columna para El Universal (México) y publicó Rosario (Secretaría de Cultura de Puebla, 2022).