Es una gran sorpresa, alrededor de los cinco, seis o siete años, descubrir que Gary Cooper está matando a los indios, cuando apoyabas a Gary Cooper, que los indios eran tú.
(James Baldwin 1924-1987)
En el año 1979 una idea nació en la mente de James Baldwin. En una carta explicaba a su agente que su próximo proyecto, titulado “Recuerden esta casa”, iba abarcar los encuentros con tres de sus amigos más cercanos: Medgar Evers (1925-1963), Malcom X (1925-1965) y Martin Luther King Jr. (1929-1968). Al momento de su muerte en 1987, Baldwin dejó un manuscrito inconcluso de 30 páginas. Con el documental I Am Not Your Negro (2016) el cineasta Raoul Peck procura una especie de cierre para la inacabada obra.
Durante meses el mundo se entumeció. Igual que en las mejores películas de ciencia ficción, un letal virus cambió la vida como la conocíamos. Las noticias solo mostraban cifras de contagiados y muertos, no había espacio para nada más, hasta el 25 de mayo de 2020. En horas de la mañana de ese día de mayo en la ciudad de Minneapolis, un arresto se transformó en asesinato. Durante 8 minutos y 46 segundos el oficial de policía Derek Chauvin estuvo arrodillado sobre el cuello del detenido George Floyd. La muerte de Floyd detonó una serie de protestas en todo Estados Unidos. Brutalidad policial y racismo fue la dosis de realidad que cambió nuestro guion de ciencia ficción a drama.
Hay virus que nunca nos han dejado, de manera sistemática hemos sido inoculados y se han adherido a nuestro ADN. El personaje de Cobb, que interpreta Leonardo DiCaprio en Inception (2010), dice al inicio del filme que una idea es lo más resiliente que hay. Son altamente contagiosas y una vez infectan el cerebro, son casi imposible de erradicar. Es ahí donde radica la esencia del discurso de Baldwin y de la línea narrativa que abraza el documental de Peck.
Pagando mis deudas
A diferencia de sus amigos que sirvieron y murieron en las trincheras, Baldwin no hizo oposición en el campo de batalla. Nacido en Harlem, Nueva York, emigró a Paris a la edad de 24 años y no fue sino hasta el verano de 1957 que regresaría a los Estados Unidos. Se debatía en el congreso una legislación sobre los derechos civiles y una foto de una joven afroamericana que llegaba a una escuela de blancos conmovió al escritor y lo hizo volver a casa. Su labor, que asumió con estoico rigor, fue la de documentar y perpetuar la obra de esos tres amigos que el odio le arrancó de las manos.
La voz en off se convierte en el protagonista en I Am Not Your Negro. La narración se construye con frases del propio Baldwin y con algunos fragmentos de la novela que nunca terminó. El recurso de la voz que acompaña a las imágenes y vídeos de archivo se utiliza de manera precisa y nunca redunda. Escuchar a Samuel L. Jackson abundando a medida que el metraje avanza nos hace contextualizar mejor la historia. Sin caer en el terreno de la retórica vacía o de las charlas didácticas, Raoul Peck nos enseña las entrañas de uno de los problemas más complejos que enfrenta la humanidad.
El gran trabajo de edición de Alexandra Strauss (The Raft) hace posible que la gran cantidad de información y los constantes saltos en el tiempo sean digeribles. De la narración periodística, pasamos a momentos de sublime poesía. Los cambios de ritmo en el tono de la narración nos permiten decodificar la historia como un relato de tres actos y podemos sentir el momentum que conduce el clímax del acto final.
No es un problema racial
“Es un problema de si estás o no dispuesto a mirar tu vida y ser responsable de ella, y luego comenzar a cambiarla”.
Si algo nos ha enseñado la muerte de George Floyd es que no hemos aprendido nada. Un acto de barbarie nos devuelve a la época de los linchamientos. La segregación mutó y ya no se define con un espacio separado en los autobuses o en los restaurantes. Ahora está perfeccionada y disfrazada de igualdad, los que manejan el sistema siguen encontrando la forma para marginar ciertos grupos y usarlos según sus intereses.
I Am Not Your Negro prevalecerá como un documento de incalculable valor histórico. El peso social de la visión de James Baldwin se hace más importante cuando entendemos que su mirada se filtra por un cristal antropológico. Así como el trabajo del novelista norteamericano el documental de Raoul Peck no persigue fijar posiciones, mas sí analizar las causas y definir un camino concreto para buscar soluciones.
Las artes se complementan y el cine siempre se ha nutrido de la literatura. En este caso en particular el cine ha servido para completar una pieza que no terminó de nacer.
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Hugo Pagán Soto es mercadólogo de profesión cinéfilo por pasión. Director del la Distribuidora Internacional de Películas de 2015 a 2018 y Coordinador de Relaciones Públicas de la Cinemateca Dominicana en 2015.