Corales
No importa la profundidad del descenso
o la imposible maleza derramada en el camino.
Es largo y frío el viaje sobre oscuros caballos.
Ejercicio de inmersión y belleza piadosa
hasta pisar altos jardines de coral negro.
Entre mi dolor –que conozco tanto desde el lodo-
y el universo poco explorado por la falta de tus palabras,
me quedan flotando la impenetrabilidad de la música y la sal.
Las medusas atrapadas entre mis pestañas me jalan rápido.
Mas no importa el precio del descenso.
Es necesario volver al camino consciente del miedo
y el aliento del océano golpeándome en la nuca.
Albahaca
Sobre la contenida hierba
que perfuma tu cuerpo
elijo el viscoso verde medicinal
que se extiende sobre tu pecho compasivo
Te beso y me sabes a pesto
a musgo aromático
y raíces marinadas con saliva
a arbusto tímido y estimulante
cual phatos de la botánica
En la extensión lisa del sartén
arden las emociones de las hojas frescas
la pintura fugaz del amor que reverdece.
¿Quién soy?
¿Quién soy?
Tal vez la mujer senos de ámbar
y pies helados que escribe versos
para reconfortarse
Mas la poesía
solo logra descarrilarme
Como el tren rojo que soy
Ese tren que se abre paso
entre las montañas puntiagudas
y difíciles de algún país
Ese tren que nunca llega
a ninguna estación de humo
Esta mujer que emana voces
Trenes y más trenes
que me esperan
Versos para sobrevivir
¿Quién soy?
Quizá este cuerpo encendido
que aún guarda tus huellas en los pliegues.
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Aleyda Quevedo Rojas (Quito, Ecuador, 1972). Poeta, periodista, editora, ensayista literaria y gestora cultural. Ha publicado 10 libros de poesía y tres antologías de su obra dentro y fuera del país. Mantiene un libro inédito de poesía y otro de ensayos y entrevistas.