de Nezahualcóyotl
La historia de la humanidad se teje con los hilos de la vida y la muerte, un tapiz intrincado marcado por la transitoriedad de nuestra existencia. En este contexto, Nezahualcóyotl, el poeta y gobernante azteca, emerge como un visionario que, a través de su poema No para siempre en la tierra, nos presenta de manera única la efímera naturaleza de la vida y la ineludible presencia de la muerte. Este poema, impregnado de metáforas y arraigado en una profunda conexión con la naturaleza, se erige como un tesoro poético que trasciende el tiempo y la cultura.
“¿Acaso de veras se vive con raíz en la tierra?”, con esta pregunta, el poeta Nezahualcóyotl nos invita a reflexionar sobre nuestra conexión con la tierra y la búsqueda de su significado más allá de nuestra existencia terrenal. A lo largo del poema, podemos apreciar cómo este explora la fragilidad de la vida mediante metáforas poderosas, desde el jade y el oro hasta las flores y pinturas efímeras. Revelando, conforme vamos leyendo, un diálogo íntimo entre el poeta y la muerte, fusionando lo que se puede interpretar como su anhelo personal de inmortalidad con la aceptación de un destino ineludible; la muerte.
Sin embargo, es importante resaltar que la persistencia de la creatividad y la expresión artística y filosófica utilizada por el autor se muestra también como una propuesta esperanzadora, al sugerir que, aunque las flores se marchiten, su esencia perdurará en un lugar más allá de la vida terrenal. Con estos versos, Nezahualcóyotl, nos lega una meditación universal sobre la condición humana, elevando su poesía a un testimonio perdurable de la lucha entre la fugacidad y la búsqueda de trascendencia.
Además, en su sentir, exclama el poeta: “Aunque sea de jade se quiebra, aunque sea de oro se rompe”, evocación con las que nos hace entender que la nobleza y la riqueza no son inmunes a la inexorable realidad de la mortalidad, extendiendo este simbolismo a los rostros y corazones humanos, en símil con flores que se marchitan y pinturas que se borran, reforzando la idea de que todo en la tierra es efímero.
En el poema, Nezahualcóyotl hace alusión a “señores” y “águilas y tigres”, subrayando la universalidad de la experiencia mortal, trascendiendo las diferencias sociales y simbolizando que todos, independientemente de nuestro estatus social, compartimos un destino común. Esto resuena con la temática de Jorge Manrique en su poema Coplas a la muerte de su padre, donde expone cómo tanto reyes como plebeyos comparten el mismo destino ante la muerte, ya que la metáfora de ser llevados “al lugar de los descarnados” de Nezahualcóyotl encuentra eco en la imagen de “poderosos reyes, soberbios, altivos” que, según Manrique, terminan siendo “polvo, sombra, nada”, por lo que, a pesar de las notorias diferencias del contexto geográfico y cultural de ambos poetas, estos captaron la idea de que, al final, todos los seres humanos compartimos una igualdad fundamental en la muerte, despojados de las distinciones sociales que puedan haber existido en vida.
El poeta continúa explorando su propia relación con la muerte, expresando una mezcla de embriaguez, llanto y aflicción. La súplica de “si yo nunca muriera, si nunca desapareciera” revela un anhelo personal de inmortalidad y la evitación de la inevitabilidad de la muerte. Esta tensión entre el deseo de trascendencia y la aceptación
de la realidad constituye un conflicto central en el poema, reflejando la lucha interna del ser humano ante su propia finitud. Disyuntiva que, como bien expresa León-Portilla (2016), nace de una reflexión constante que bien podría compararse con otras obras clásicas de poesía filosófica de valor universal.
Desafiándonos a confrontar nuestra propia temporalidad, inspira a buscar significado y trascendencia en nuestras creaciones y conexiones con el mundo que nos rodea. Con este valioso testamento atemporal de la literatura azteca precolombina, Nezahualcóyotl nos invita a explorar más allá de la superficialidad de la vida cotidiana y buscar en ella eso que nos hace vivir más allá de la carne y a preguntarnos si verdaderamente solo se vive con raíz en la tierra.
Referencias:
Trece poetas del mundo náhuatl, edición digital en PDF, selección, versión, introducción y notas explicativas de Miguel León-Portilla, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Instituto de Investigaciones Históricas, 2019 (Cultura Náhuatl, Monografías 11). Disponible en
www.historicas.unam.mx/publicaciones/publicadigital/libros/111d/trece_poetas_nahuatl .htm.
Peñalo García, Inocente. El Rey Poeta. Seis siglos. La Colmena, [S.l.], n. 34, p. 48- 51, oct. 2017. ISSN 2448-6302. Disponible en:
<https://lacolmena.uaemex.mx/article/view/646
Manrique, J. (2002). Coplas a la muerte de su padre. Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina: Colihue
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María Celeste Peralta es estudiante de la Licenciatura en Lengua Española y Literatura en el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU)