Por favor no traduzcan a Laura Riding,
déjenla tranquila con su metafísico
devaneo, no se hagan eco de las falencias
de la poesía, tampoco de las virtudes del lenguaje,
no es tan difícil salir a cazar a las bestias
cuando se trata en realidad de hacer volar
las torres de alta tensión para que ese invierno
de mil novecientos ochenta y tres haya que
suspender las clases y los profesores comprometidos
con el régimen nos amenacen con la obligación
de recuperarlas. No salgan detrás de esas paredes
que ocultan lo que ella quiso decir. ¿Por qué no se van
a los bares donde ella bebía hasta quedar tirada
por el suelo?, ¿por qué no van y fundan
otra editorial sin imprenta, otra revista de poesía
para que nadie se escandalice cuando los poemas
salgan volando por la ventana, sin que nadie
se lance a recogerlos? El poema es el sol
que termina resignándose en alguien, la falta
de explicaciones, la crueldad innecesaria
de verlo desaparecer entre las líneas
de las que quiere pero no puede
prescindir: un boxeador peleando con su sombra
sabe de antemano el resultado.
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Cristián Gómez Olivares (Santiago de Chile, 1971). Poeta y traductor. Fue miembro del International Writing Program, de la Universidad de Iowa, y Writer in Residence en el Banff Center for the Arts, en Alberta, Canadá. Es profesor de literatura latinoamericana en Case Western Reserve University, en Cleveland, EE.UU., donde también reside.
Imagen: Rosa Elina Arias