En un universo donde las palabras bailan en las páginas con delicadeza y las historias tejen sus bordes en las mentes curiosas, surge ante nosotros Karina Rieke, nacida en Santo Domingo, República Dominicana en 1971. Es poeta, ensayista, entrenadora de corredores, catedrática y psicóloga. Radicada en Nueva York desde 1984, creadora de una obra literaria que desafía los límites de la imaginación y despierta las emociones más profundas.

Resulta grato para mí compartir con ustedes este tesoro escondido entre los pliegues del tiempo, que merece ser descubierto como el regalo que es para nuestros sentidos y nuestra alma deseosa de sueños. “Quiéreme grande”, el poema refleja una filosofía de autoaceptación y búsqueda de la libertad interior. La poetisa abraza su individualidad y rechaza ser definida por otros, buscando la plenitud y autenticidad en su ser.

“Quiéreme grande” es una expresión lírica y profunda de la búsqueda de la libertad y trascendencia personal. A través de un lenguaje poético y figurado, la autora reflexiona sobre su identidad, su relación con el mundo y su deseo de amarse a sí misma sin restricciones externas.

En otras palabras, el tema principal del poema es la necesidad de ser amado y aceptado en toda su grandeza y singularidad. La poetisa expresa su deseo de ser comprendida y valorada por quien es realmente, más allá de los estereotipos y expectativas impuestas por la sociedad. En otro orden, se destaca el uso repetitivo de la frase “Quiéreme grande” como un llamado a la aceptación de su ser completo y complejo. Lo extraordinario de sumergirnos en una obra literaria es conocer lo que nos dice el autor; en este caso, la autora nos invita a cuestionar las expectativas externas y a encontrar nuestra propia voz, liberándonos de las cadenas impuestas por la sociedad y viviendo con plenitud y conciencia del presente.

La noción de trascendencia también es relevante en el poema, ya que la autora se presenta como “punto de partida” que implica ruptura cuando se siente atrapada en una imagen que no permite su crecimiento y expansión. La búsqueda de la trascendencia personal se vincula con la idea de vivir plenamente el presente, siendo consciente del instante de vida que se tiene.

La poeta se muestra como una mujer valiente y tenaz que ha luchado por romper con las normas creadas y encontrarse a sí misma. Busca un “estallido de intimidad” con la otra persona, lo que sugiere la necesidad de una conexión profunda y auténtica en sus relaciones.

“Quiéreme grande” es un poema rico en contenido y con una belleza encantadora, y esto lo sustenta el uso de figuras retóricas, la utilización de elementos lingüísticos y su estructura compleja y profunda, donde la autora expresa sus pensamientos y sentimientos mediante una variedad de oraciones subordinadas que mejoran la expresión del mensaje poético, estas y otras estrategias propias del arte de escribir que complementan y adornan con atractivo este escrito.

En el poema, se aprecian diversos recursos lingüísticos que enriquecen al mismo, como la repetición de palabras que aportan a la sonoridad, de igual forma el uso de adjetivos y verbos en distintos tiempos verbales para expresar diversos sentimientos y emociones. También se observa el uso de pronombres reflexivos y posesivos que otorgan un sentido de introspección y profundidad al texto. La autora emplea una variedad de palabras con el fin explorar temas tales como es la búsqueda de identidad también se encuentra la trascendencia personal y la negación.

Como parte esencial de “Quiéreme grande” posee una variedad de figuras retóricas, como metáforas, metonimias y antítesis, que enriquecen la expresión poética del mensaje. La autora habla de “inventar sus propias palabras” para referirse al ser y comunicarse consigo misma, resaltando su individualidad y creatividad en la exploración de la verdad de sí misma.

En definitiva, el poema aborda la idea de erradicar las restricciones implantadas por el sistema y las expectativas externas, liberándose así de la búsqueda de redención o cumplimiento de mitos establecidos. En el poema se cuestiona las formas petrificadas y opresivas que pretenden definir su existencia, buscando en cambio una trascendencia que implica ruptura con lo establecido.

La autora indaga en la noción del tiempo y la fugacidad de la vida, reconociendo la conciencia de la mortalidad y la importancia de vivir plenamente en el presente, incluso si es solo por un instante. Asimismo, destaca la importancia de ser una misma realidad, dejando de ser un complemento de otros para encontrar su propia esencia.

¡Los animo a descubrir a Karina Rieke, una poeta que nos sumerge en su universo de libertad interior, plenitud y dicha!

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María Eridania Montero Rojas, es estudiante de la Licenciatura en  Lengua Española y Literatura en el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña (ISFODOSU).