1. En [gamerover] (2023), Giancarlo Huapaya transita nuevos territorios para la poesía. El título original del libro era gamer —videojugador— y deviene en el neologismo gamerover que podemos traducirlo como videojugador acabado: el componente lúdico en la composición del libro es evidente. Huapaya adapta el lenguaje de los nativos digitales a seis partes de su poemario —menos a los poemas visuales de Scenic Views— siguiendo el formato de la codificación informática: la portada del libro lo prefigura. Los textos en formato code deben ser leídos en voz alta para poder identificar los encabalgamientos horizontales —un aporte de Huapaya— separados por espacios en blanco. Si agregamos los encabalgamientos verticales tradicionales —de versos continuos— entonces disfrutaremos la musicalidad polifónica y el ritmo abrupto como el de un camino pedregoso. Sí, porque el libro habla de los caminos del destierro, sea en el interior de un territorio o el exterior a otro país. Habla de esa sensación de estar desubicado, como el fuera de lugar permanente en que vivía el escritor palestino Edward Said: no solo por el desplazamiento físico y geográfico, sino ante todo psicológico y cultural. Ese no sentir que pertenecemos a un lugar determinado, a veces ni a una lengua completamente —el dame algo en español vallejiano—. Ni a un punto especifico en el mapa sino a un territorio transitorio. Si regresamos temporalmente a nuestro punto de origen nos sentimos desubicados y cuando ya estamos habituándonos tenemos que regresar a la tierra de nadie. Entonces sentimos la nostalgia del desencuentro y esa sensación de desarraigo permanente. Esta desubicación física y emocional conduce a Huapaya a ejecutar un contramapeo y, en este sentido, [gamerover] es un acto de resistencia y denuncia. Así, los puntos de partida y de referencia en el texto se enriquecen con las voces polifónicas del narrador en primera persona, de los titulares en mayúsculas y de los intertextos rigurosamente citados en el índice de notas. El poeta lo denomina arcade —galería de videojuegos— y es imprescindible leerlo no solo para conocer las fuentes bibliográficas de cada sección del poemario. Los intertextos en cursivas insertados en los poemas son traducciones y/o versiones adaptadas por Huapaya del inglés al español de diferentes géneros literarios. El trabajo de montaje es impecable porque logra “adaptar el texto al flujo y a la sintaxis del poema” (89). El poeta los integra tersamente a su discurso personal y funcionan como avatares incorporados a su propia voz:

			porque el nómada				nunca abandona
los confines		de la mente
								 llegar es la interrupción
     de una continuidad (11).

2. El primer mapeo literario que recuerdo fue uno antes de tiempo. Fueron los Mapas anatómicos de César Vallejo (1981), trazados por el italiano Roberto Paoli para establecer la materialidad de la poética del cuerpo de nuestro poeta mayor. Ahora que nadie se escapa a la triangulación de nuestro paradero e itinerario, generados por las aplicaciones móviles, se ha hecho necesario contramapear los discursos oficiales. Se ha vuelto imperativo establecer una contracartografía que se oponga a la realidad alterna del sistema capitalista y a sus discursos fraudulentos. Es necesario resistir ideológica y políticamente. Este es el tropo fundamental de [gamerover] y Giancarlo Huapaya nos describe su experiencia migrante en Phoenix, Arizona: un lugar preciso del lejano oeste estadounidense, arrebatado a la población nativa y a la primera ola de inmigrantes hispanohablantes. El salvaje oeste de las hordas anglas que se adueñaron de un territorio para devastarlo bajo el estandarte del Manifest destiny y el “América para los americanos” (que en realidad debe leerse: para los estadounidenses). Y en esta zona árida continúan los abusos, ahora perpetuados contra los nuevos inmigrantes literalmente desaparecidos como de los mapas y las estadísticas oficiales:

donde no puedes estar
			       en los mapas		como en tus pensamientos
						volverse es traducirse     es torcer
					volverse es enviarse
girar el cuerpo para mirar			lo que está detrás 
			      el desierto es el paisaje		de la desaparición
							coordinada (14).

3. En La producción del espacio (2013), Henri Lefebvre se refiere a las contradicciones de un lugar determinado, o sea, a los conflictos entre las fuerzas sociales y los intereses sociopolíticos. Y la cartografía oficial perpetúa los discursos dominantes:

un mapa	es un objeto	sensor			que	se disfraza
				de código		universal (27).	

En consecuencia, el contramapeo es una respuesta: un acto de resistencia contra los procesos de homogeneización perpetrados por los intereses hegemónicos. Todo el poemario de Huapaya también es un acto de resistencia y oposición a ser mapeado:

	mi avatar de las
				distancias			camina por
							la data				pavimentada
	entre lo histórico	y lo
personal		cuántas		capas necesitamos		levantar (19-20).

En “Territorio”, el segundo texto del libro, el poeta critica la historia oficial de la instauración de la ciudad de Fénix: como símbolo del cazador anglo y el mito machista perpetuado por las armas de fuego. Aunque ahora no cazan animales sino inmigrantes. Otra arma usada es la manipulación subconsciente del imaginario visual. La nueva espacialidad es representada como primordial, en detrimento de los habitantes nativos y del otro indocumentado:

los paisajes		en las fotografías
	       de Ansel Adams en		Arizona Highways
					no estaban desocupados
			la emulsión aislada	proyecta	   abstracción
para separar		al territorio de		sus espíritus		    danzantes
	       imagina miles		de pequeñas	  autopistas
	      siempre		corriendo	dentro		de	ti (27).

Entonces, es imperativo producir una nueva cartografía para reestablecer el espacio como producto y productor de lo social. En Scenic Views —“Paisajes pintorescos”—, Huapaya recicla como mapas el formato del poema visual de los caligramas de Apollinaire y le insufla un contenido ideopolítico. Esto significa sumergirse en una lectura interactiva a diferentes niveles: una accion lúdica, como en los videojuegos. Primero debemos buscar en Google la ubicación referida en los cinco mapas/caligramas. Se trata del barrio del autor: la avenida 17 norte de la ciudad de Fénix, a un costado del campo ferial del estado de Arizona y cerca de la intersección de la calle McDowell y las avenidas 19 y Grand. Ahora podemos empezar a descifrar lo visible y lo legible para aclarar los signos visuales desde la perspectiva lingüística (aquí sigo a Willard Bohn: Apollinaire, Visual Poetry, and Art Criticism, 1993). En este nivel el juego se complica debido a la riqueza textual y el trabajo de mapeo del lector es arduo. El primer mapa contextualiza históricamente los espacios representados en la intersección referida:

“ES UN DÍA SOLEADO              DE VARIOS AÑOS” (34). 

El autor enfatiza la importancia de la tecnología en el desarrollo de la ciudad desde 1909: los automóviles y trenes, el petróleo y sus derivados —con las consecuencias funestas para el medio ambiente—, el desarrollo urbano desigual y discriminatorio. El segundo mapa continua hacia el sur. Sigue la línea sinuosa del ferrocarril: es la llegada alegórica del narrador implícito a Fénix e irónicamente cita versos de la canción On the Atchison, Topeka and the Santa Fe: “ME SIENTO TAN FRESCO Y VIVO Y ESTOY TAN CONTENTO DE LLEGAR ES TODO TAN GRANDIOSO…” (36-37). Aquí también se hace referencia a una feria de armas y a hombres armados que circulan libremente:

EL MERCADO CONECTA   NARRATIVAS DE NACIÓN   MASCULINIDAD   Y GUERRA

Los mapas tres y cuatro son ampliaciones y tienen como punto focal la casa del poeta. Ahora en el campo ferial ve a numerosas personas armadas. El quinto mapa es el caligrama de un árbol simbólico, plantado por el hablante antes de cerrar su casa el verano del 2021. Se le hace “difícil dibujar hasta dónde llegó lo que se mantuvo”. ¿Ha partido de Fénix o ha sido por el COVID?

4. “Ley de la Fair” (debe leerse Jungla) es una requisitoria contra el uso indiscriminado de armas en los EE. UU. La Segunda Enmienda de la obsoleta constitución del imperio autoriza el uso de armas como hace más de dos siglos, incluso armas de uso militar. La cultura de la muerte y del odio étnico es instilado a los niños en sus hogares, ahora exacerbado por el neofascista Trump. Sus hordas atienden las manifestaciones políticas completamente uniformados y portando metralletas. Y la frágil república estadounidense —no democracia, como señaló el escritor Paul Auster en sus memorias— no quiere aceptar la realidad del conato de golpe de estado del 6 de enero del 2021. En Arizona, como en todos los estados fronterizos con México, las milicias neofascistas toman la justicia en sus manos:

	los patriotas SE HACEN		PASAR POR AGENTES		DE
						LA PATRULLA FRONTERIZA	y detienen
	             interrogan		por trofeos		y disparan
¿cuánto	tiempo puede		cantar
					un gemido		después de haber
							abandonado el		cuerpo? (52).

Los poemas de “Encanto” se refieren sarcásticamente al parque central de Fénix, un oasis en medio del desierto, ahora descuidado y donde la convivencia entre los vecinos también se ha deteriorado. El vecino respetable, nos dice irónicamente el hablante, es miembro de la Arizona Rifle and Pistol Association, racista y defensor a ultranza de la propiedad privada. La laguna se ha convertido en un pantano contaminado por las sustancias químicas PFAS donde algunas truchas sobreviven y las aves abrevan. Para los deportistas tampoco es un lugar saludable: el aire contaminado de benceno ha convertido Encanto Park en un peligro. En la siguiente sección, encontramos “La rueda de la fortuna”—o rueda de Chicago como decimos en el Perú— del campo ferial, visible desde la casa del poeta. Su luminosidad aparente no debe confundirnos:

un destello		es más preciso
		cuando se	le coloca		en relación		a lo común
	a veces 	el hecho histórico		te espera		como un adorno
lleno		de polvo			debajo (63).

El símil contramapea la visión histórica dominante de los vencedores. Este poema describe cómo la Exposición Mundial Colombina de Chicago de 1893 —además de estrenar la Ferris Wheel— reinstauró la narrativa oficial del descubrimiento de América, fue un antecedente de la feria de armas moderna y exhibió a los indígenas como animales enjaulados de un zoológico. Y la historia se perpetúa como pesadilla cuando leemos sobre los niños inmigrantes enjaulados en los campos de concentración de Texas, hacinados y hambrientos:

									mientras
		esa rueda sigue		siendo		fortuna 	y
									abundancia (70).

Y llegamos al Checkpoint del videojuego: el punto de inflexión donde reaparece el jugador asesinado o su doble. La voz en primera persona singular (o plural) nos cuenta sobre labor cultural en recitales y performances. También de su trabajo como editor en Cardboard House Press —un homenaje a Martín Adán— y de los talleres organizados para confeccionar libros de cartón manualmente. Así, la poesía y los textos son formas de resistencia colectiva:

nudos que			sostienen un péndulo		donde nos
columpiamos		cortar		coser		comunidad	hilo	de sonido
		se tensa			medido		con sueños (78).

Aunque no puede dejar de hablar de la intromisión del algoritmo en YouTube, que lo obliga a ver propaganda política de John McCain en español. Tampoco de la brutalidad policial en Fénix ni de la fascinación estadounidense por el tropo de la carretera:  

una vez	una tormenta	de polvo		nos atrapó		en la carretera
		todo se nubló	en	sepia
			el avatar 			a veces		se evapora
	en tus sueños		mientras			duermes (79).

Para concluir debo elogiar la bella e impecable producción editorial de [gamerover] a cargo del equipo de Álbum del Universo Bakterial. 

Ahora sí va la pregunta final: ¿cuál es la relevancia de [gamerover] para los lectores del Perú y de Nuestra América? Una correspondencia significativa es la necesidad de contrarrestar el mapeo y la cartografía oficiales de nuestros países iniciando un contramapeo poético. Otra es establecer narrativas sobre la experiencia migrante de los desterrados que siguen atravesando nuestras fronteras desde México hasta Argentina o viceversa.

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Raúl Soto: Escritor y traductor peruano viviendo en Estados Unidos. Vallejo, Humareda et al será publicado en Lima por Heraldos Editores en mayo de este año. El libro es una selección de ensayos, reseñas y traducciones publicados en El caballo rojo, Cambio y la revista de arte Kantú durante la década de 1980, así como en Hueso Húmero y las revistas digitales Vallejo & Co, Plenamar e Intervención y Coyuntura.