Unas palabras sobre la edición francesa de Historia de las Antillas
El Caribe guarda una identidad plural que la ha convertido siempre en una cultura en tensión. Síntesis traumática de un proceso histórico que mezcla los variados componentes que integran su resultado final. La presión aculturativa de los distintos imperios, su dimensión geográfica, su multilingüismo, y hasta su concepción culturológica (“crisol de razas”, “multiplicidad de culturas”, “espacio de confluencia de los imperios de la época”, “mosaico de infinitas variaciones étnicas y culturales”, etc.) han hecho de la caribeñidad una aventura espiritual de angustiosa definición en el tiempo y en el espacio.
Pero, por encima de toda la multiplicidad del proceso histórico, hay un elemento común de concreción que actúa como telón de fondo, y permite ilustrar una realidad tan abigarrada como la historia de las Antillas. Negros africanos, y europeos provenientes del Siglo de las luces, interactuando en el escenario convulso de los imperios europeos de la época, irán construyendo una identidad cuya definición acuña numerosos lugares comunes que intentan ser el resumen de ese proceso múltiple y complejo. El caribe vivió a plenitud lo que la Quintilla del padre Juan Vásquez describe:
Ayer español nací
A la tarde fui francés
A la noche etíope fui
Hoy dicen que soy inglés
No sé qué será de mí.
Particularidad de un proceso histórico con el cual tiene que lidiar cualquier historiador que asuma la tarea de descifrarla. Histoire des Antilles(traducción de Alain Blondel, profesor de la Alianza Francesa en Bruselas, Bélgica) el libro de Frank Moya Pons cuya publicación en lengua francesa hemos impulsado desde la UNESCO, con los auspicios del Banco de Reservas, cumple esa finalidad. Y pese a que existen ediciones en lengua española y en inglés de este texto, era imprescindible una edición en lengua francesa, sobre todo después de la publicación del libro del afamado economista francés Thomas Piketti, Capital e ideología (2019), que saca a flote el papel de las Antillas en la acumulación originaria del mundo europeo, y en particular de Francia y todo el marco de su universo colonial. En cierto modo, las afirmaciones de Piketti reactivaron el interés de las ciencias sociales por la historia del Caribe, y pusieron en relación el complejo entramado de la relación entre los imperios europeos, el desarrollo y la desigualdad.
Nos produce una enorme satisfacción que esta Histoire des Antilles circule en París, en los centros académicos, en las bibliotecas de los organismos de investigación en ciencias sociales de Francia, en las representaciones de los países del Grupo de Países de América Latina y del Caribe (GRULAC) ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), y en los círculos de interés en la historia del Caribe, porque se trata de una rigurosa, documentada, y detallada exposición de una historia en la cual trasiegan los grandes imperios, el catolicismo y el protestantismo, y las grandes corrientes del pensamiento de la época, volcadas sobre un mundo recién “descubierto”. Ha sido escrita por un intelectual de la categoría de Frank Moya Pons, con toda una vida dedicada a la investigación y al estudio de la historia, y un orgullo legítimo de la dominicanidad.
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Andrés L. Mateo es escritor y actual embajador de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).