sirena

fui tu sirena
me lo pediste 
y obedecí

la dura voluntad de tu gobierno
sostuve entre mis labios
enardecida por el golpeteo rojo
del oleaje en mi lengua

soltaste los cachorros humanos 
de mi pecho
lamiste sus hocicos, uno y otro
los estrujaste
los apretaste 
en tus manos hasta que gemí

entonces quisiste todo
me quitaste el vestido
y apareció lo que en lo hondo
de mí soy en verdad:

un pez
un pez hembra
inaccesible para 
tus ganas de hombre

te asustaste:
aparecieron mis dos piernas 
unidas para siempre 
mi entrepierna impenetrable
sellada por diamantes transparentes
por escamas o joyas
mi aleta caudal que intentaste separar
desollar, abrir y penetrar en vano
puesto que del ombligo hacia abajo
esa parte de pez no de mujer 
cuyo aroma todavía ahora te enloquece 
está cerrada para ti

ahí no puedes entrar 
pues debajo del ombligo 
soy otro ser
una estatua viva
marina



sumergida

te aproximas

viene contigo una culpa cristiana
como si hubieras bebido el último trago del pozo
sin compartirlo conmigo
como esa multitud que poco o nada 
se apacigua con el pan multiplicado
 
pincho el globo: anochece
hay retraso
fecha
protocolo
mi entrepierna sangrando al fin
 
desde entonces nos suenan los huesos, Hércules,
porque fue grande el espacio entre tu nombre y mi laberinto,
abismal la grieta entre tu mueca y mi viaje
 
pero la culpa no se va de ti
me la entregas por los ojos
insistes vanidosamente en que el daño es tu proeza
no sabes que aquella mañana estaba yo entre 
el líquido fluorescente y cualquier cuerpo
entre el agua, el deseo,
llegaste, Dios de Fuerza, como otro hubiera llegado
 
tenías el destino perfecto hilvanado en doce hazañas
débil para la decisión, hecho de engaño sobre engaño,
supiste sólo ahogar, capturar, robar, matar, matar y matar
tres muertes que dicen qué
 
a tu regreso no negaré mi tacto
estaré resuelta para la embestida
porque en tardes de mi cuerpo, nuestros poros y tu sexo
mi fuerza se concentra sólo en un verbo.
 
***

Rilke murió en el 26

(señor, en ti confío)
murió de anemia
(señor, guárdame)
qué haría yo con la sangre rebajada
con mi atrofia poética asaltándome todos los días
(señor, nútreme)
 
Rilke murió en el 26
todos tienen un perro o un gato
yo requiero tres golpes de suerte
tres… y contando
 
el piano me dictaba otra nota
yo me aferré a la caricia rápida
pronto
pronto
pronto
el placer
 
te di la misericordia con el sadismo de
“aquí nada ha pasado, todo está bien”
(la salubridad de nosotros los caídos y equivocados
para los perfectos y bien nacidos;
les damos nuestro perdón más fingido, escúchanos, señor)
para que tú te fueras sin remordimiento
para yo quedarme con el pecho tranquilo
y la respiración sincronizada
tres
golpes
tres
 
Rilke murió en el 26
ese día la poesía se equivocó
con ella misma
como el día en que viré para encontrarte
 
porque en mí se reflejó el caos
la sustancia del abismo
la no poesía
mi pensamiento merodeó un número (siempre par)
o un nombre o un cuerpo
hasta que la histeria del claxon 
me devolvió a la intermitencia del camino.

El afilador

Lo creí un oficio perdido, pero se escucha su llamado debajo de la ventana del apartamento: “El afilador, le afilo cuchillos, navajas...”. Pienso en usted y sé que la punta de su odio no necesita esos servicios, punzantes sus palabras abrieron la carne de mi sueño, punta inútil para efectuar el surco de la dicha en la tierra fértil que es mi cuerpo

punta quebrada
frágil
volátil.

Sin embargo, le pido al afilador que suba, abro la puerta y pasa, espero paciente que termine de lustrar el filo de mi cuchilla: alguien debe cortar de tajo la vena que me une a usted.

***
***

un barniz de luz 
cae sobre los objetos
imágenes mudas desplazan 
su brillo en la superficie
de la vida

y detrás del silencio
un machete corta el césped

desde lejos
me habla 
me convoca a la memoria
del golpe y de la herida:
impulso hacia atrás
apretar el puño
soltar los músculos hacia delante
regresar con cierta lentitud
y repetir
y repetirlo

así 
hasta que estalle
el corazón
con violencia
dentro del sonido 

______

Marlene Zertuche (Guadalajara, México, 1983). Editora y poeta. Estudió Letras Hispánicas en la Universidad de Guadalajara. Ha publicado libros de poesía en México y Dinamarca. Desde hace dieciocho años ha trabajado en editoriales y periódicos como revisora de estilo y editora. Imparte talleres de apreciación y creación literaria. Es editora y coordinadora de contenido en la editorial Typotaller.