Según la página Definiciones.de, la bendición es la acción y el efecto de bendecir. Más adelante completa diciendo que es la acción de alabar, ensalzar o engrandecer, de consagrar algo al culto divino o de invocar la bendición divina a favor de algo o de alguien. En suma, se resumiría en deseo benigno. Su práctica no es, ni lo ha sido nunca, exclusiva de determinada religión y se pierde en la sombra de los siglos.

Los mapuches, a título de ejemplo, acuden a numerosas oraciones para solicitar que la bendición de la naturaleza recaiga sobre su pueblo. Del mismo modo, los cruzados recibían la bendición de su arzobispo, cuando no del propio Papa, antes de salir hacia Tierra Santa. Los buenos deseos en el lenguaje coloquial son también bendiciones: “Que tengas buen viaje”, “Que Dios te acompañe”, etcétera.

Por uso y costumbre, en la mayoría de los casos las bendiciones son presenciales: en el bautizo, la eucaristía, la extremaunción, el matrimonio o el ritual de la misa. La Iglesia católica, sin embargo, desde hace tiempo ha introducido cambios en su liturgia tendientes a contrarrestar la deserción de los fieles. El más notorio de estos fue la celebración y validación de misas televisadas a fin decumplir con el precepto de “ir a misa todos los domingos y fiestas de guardar”.

Lo que ocurrió hace algunos días en nuestro país rompió, a nuestro modo de ver todos los esquemas imaginables en cuanto al otorgamiento de bendiciones (desconozco si existe un precedente): el uso de un helicóptero para desde el aire “lanzarlas” al pueblo dominicano.

Ante el cierre de las iglesias a fin de cumplir con el distanciamiento social, la jerarquía católica hizo uso del autogiro remedando aquellos volantes promocionales que se lanzaban desde avionetas en los años sesenta y setenta. Su máximo representante apeló a la fe de su grey para validar la acción; esa misma fe llevó a aglomerarse a cientos de actuales y futuros covid-19 positivos en Puerto Plata para seguir un famoso peregrino que aseguró en esa ocasión queal otro día “el Señor expulsaría el coronavirus de la República Dominicana”.

No sobra decir que ese mismo peregrino había sido “bendecido” por el catolicismo en una ocasión anterior. Sabemos que hace tiempo las religiones se hicieron dueñas de la fe (que no es lo mismo que el dogma), ya nadie la concibe sin vinculación religiosa. Y es una pena. Todo porque se sabe que esa fe mueve montañas… y también millones en cualquier moneda.

Lo peor es que, superada la pandemia, nos quedarán (porque son endémicas) la ignorancia y la superstición.

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Luis Tomás Oviedo es médico, docente y cofundador del grupo musical Nueva Forma junto a Sonia Silvestre, Víctor Víctor y Claudio Cohén. 

Foto de portada: Herminio Alberti León, fotógrafo artístico merecedor de reconocimientos nacionales e internacionales.