Dentro de muy poco –el 21 de junio– inician el solsticio de verano para el hemisferio norte, y el de invierno para el hemisferio sur de nuestro planeta. Aquí, allá, acullá, soplan aires de solaz y vacaciones, soplos caniculares o de recogimiento por el frío, pero propicios para el consumo de cultura y pensamiento, que jamás deben soltarse del trapecio de los días.

Conscientes como estamos de ello, el número de Plenamar que sale hoy, en vísperas del estío, así como el de la edición subsiguiente, contendrán dosieres sobre el género literario más susceptible de ser tanto leído como representado: el teatro, tan necesario siempre para salir de nosotros mismos y podernos “ver”, para palpar nuestras circunstancias. No en vano afirmó Federico García Lorca que “un teatro sensible y bien orientado en todas sus ramas, desde la tragedia al vodevil, puede cambiar en pocos años la sensibilidad de un pueblo”. En tal virtud, partimos ahora con tres visiones nacionales de este género, para próximamente discurrir sobre el teatro, sobre su devenir en el siglo XXI, desde una perspectiva con enfoque internacional. 

Así, por ejemplo, la exministra de Cultura Carmen Heredia retoma su vasta experiencia como crítica de teatro, danza y música, para escribir sobre la historia de los musicales y su desarrollo en la República Dominicana. Por otro lado, el poeta y catedrático dominicano Rei Berroa –quien reside en Estados Unidos– detalla la inmarcesible impronta dejada en Washington DC por el Teatro GALA (acrónimo de Grupo de Actores LatinoAmericanos), y por el Teatro de la Luna (del cual es asesor literario), y cómo todo ello derivó en puestas en escena de piezas teatrales, desarrollo de talleres, convocatorias a festivales internacionales de teatro hispano y la organización de maratones de poesía para adultos y niños. Finalmente, nuestro actor y dramaturgo Iván García Guerra habla, desde un ángulo autobiográfico y memorístico, del uso efectivo del teatro como “arma cerebral” desde el Frente de Artistas y Escritores, al cual perteneció durante la Guerra de Abril de 1965. Recordando con él aquella etapa heroica, aquí cabría citar de nuevo a Lorca: “el teatro que no recoge el latido social, el latido histórico, el drama de sus gentes y el color genuino de su paisaje y de su espíritu, con risa o con lágrimas, no tiene derecho a llamarse teatro”.

El resto del contenido no es menos contundente. El periodista Fausto Rosario nos hace pasear la mirada por la faceta plástica del desaparecido cantautor español Luis Eduardo Aute, de quien se realizara una amplia exposición el pasado mes de mayo en Madrid. En mayo también culminó –luego de haber recesado un par de años por razones de la pandemia por el Covid 19– la XXIV Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2022, dedicada a Carmen Natalia y Pedro Peix, sobre quien Jimmy Hungría redacta unas cuartillas bastante esclarecedoras. Nuestra sección Pensamiento trae un ensayo del antropólogo social y filósofo Fernando Ferrán sobre el tema mundial del momento: la guerra entre Rusia y Ucrania. Y, por último, la sorpresa de unos aforismos inéditos y desconocidos hasta hoy del poeta Carlos Rodríguez Ortiz, quien falleciera en Nueva York en el año 2001.

La mesa de la cultura y el pensamiento está servida. Están todos los lectores convidados.