En el número de enero de 2023, Plenamar destacó el annus mirabilis literario que significó la vuelta precedente del sol cuando, en 2022, se conmemoraron los centenarios de la muerte de Marcel Proust y la publicación de Sodoma y Gomorra –cuarto volumen de su obra maestra En busca del tiempo perdido– y la edición del Ulises de James Joyce, La tierra baldía de T. S. Eliot y Trilce de César Vallejo. Y aquel también fue el año del quinto centenario de la muerte de Antonio de Nebrija, el cuarto centenario del natalicio de Molière, y el siglo del nacimiento de José Saramago, Kurt Vonnegut y Jack Kerouac, y de la publicación de Los gemidos de Pablo de Rohka y de El soldado desconocido de Salomón de la Selva. En cambio, la interminable guerra entre Rusia y Ucrania y la sangre corriendo entre Israel y Gaza nos hacen pensar en el 2023 como un annus horribilis, salvado, sin embargo, por el Arte y la Poesía –con mayúsculas–, que exponen siempre lo más sublime y noble del ser humano.

Así, al arribar diciembre, la Fundación René del Risco organizó el Primer Festival de Poesía en el Jardín, celebrado el 16 de dicho mes, en el Jardín Botánico de Santo Domingo. Esta actividad nos sirve de acicate para montar un dossier que inicie el nuevo año, y para creer que sí, que la esperanza de apuntalar el mundo sobre bases más armónicas es dable. Alrededor de una treintena de poetas –de distintos abordajes, edades y discursos– concurrieron entre el verdor de la naturaleza, para leer sus versos alusivos a los temas que más nos urgen y abogar, en un manifiesto colectivo, “por el cese de los conflictos armados, que amenazan el orden mundial y que han puesto nuevamente en vilo al mundo con otra conflagración bélica, y aun con la posibilidad de la desaparición de la vida humana sobre el planeta”, pues “si de algo sirve la poesía es que tiene poder moral y estético. Su canto y su aliento, épico o lírico, son capaces de estremecer el mundo y darles lecciones de amor, cordura y sensatez a los líderes mundiales, en cuyas manos y en cuyas mentes están detener el horror y los ríos de sangre, que corren por las tierras de Europa y el Medio Oriente”. Dos poemas (uno de Valentín Amaro, uno de Luis Carvajal) son botones de flor y muestra de aquel día en que la palabra poética fluyó de rama en rama.

Este número cuenta además con poemas de la argentina Paola Escobar y un cuento inédito del dominicano Rafael García Romero. En la sección Pensamiento realizamos el rescate del profundo ensayo de Walter Benjamin “La tarea del traductor”, que llevábamos pendiente, desde septiembre pasado, por el día de la traducción literaria. Finalmente, dos reseñas: del argentino Luis Benítez sobre la recién editada antología de León Félix Batista titulada Seis amnesias, y de la dominicana Pastora Hernández sobre la Otra versión de Hansel y Gretel que publicara la escritora puertorriqueña Myrna Nieves en edición bilingüe. 

Vivimos el invierno (con sus fríos, sus tormentas) en el hemisferio norte, pero éste desemboca, sin yerro y siempre, en primavera. En “una primavera para el mundo”, como la canción-poema de René del Risco, cuya memoria motivó ese festival en la floresta y este número de Plenamar en torno suyo.