Una de las múltiples sentencias sabias acuñadas por Mario Vargas Llosa a través de su fecunda vida creativa (“se escribe para llenar vacíos, para tomarse desquites contra la realidad, contra las circunstancias”) es el pivote de estas letras introductorias al número de mayo de Plenamar. Pues su pórtico, su embocadura es la compilación de escritos y de imágenes concebidos para honrar con un dossier su existencia literaria.

Y es que el esplendor conferido a la literatura universal por el premio Nobel peruano recién desaparecido es tan sólido que no hay ranura por la cual empezar a demolerlo. Ello bastaría para rendirle tributo. Pero resulta que Vargas Llosa estuvo además bastante vinculado con nuestra República Dominicana –asiento y suelo de Plenamar, “desde la isla y más allá”, por vía ubicua del ciberespacio. Y ello queda reflejado con los aportes de José Castro Urioste (peruano en la diáspora, sobre una visita de Vargas Llosa a Chicago); de Marino Berigüete (dominicano, sobre sus encuentros en persona y experiencia de lector suyo) y de Marco Martos (peruano de provincia formado en la ciudad, sobre la presencia de Piura en la narrativa del arequipeño). Agreguemos un listado exhaustivo de sus libros publicados y una galería de imágenes históricas y entrañables, y nuestra distinción estará más que completa.

La franja que dedicamos al pensamiento se concentra en efemérides, conmemoradas con análisis de gran calado. Aquí termina la hilatura leída, la disección argumentada, de la novela de Franz Kafka El Proceso (que está cumpliendo cien años de haberse publicado) llevada a cabo con destreza teórica por Ariosto Antonio D’Meza, al tiempo que Benito del Pliego –poeta, ensayista, traductor y académico residente en Estados Unidos–, reclama nuevamente la complejidad de la figura de Juan Larrea, cuya lectura es aún incompleta, a los 130 años de su nacimiento.

En la sección Debate continúa la segunda parte de tres de la entrevista que hiciera Juan Manuel Prida Busto a Pedro Mir hace más de 30 años, cuando el Poeta Nacional cumplía 80, y que se mantenía inédita. Desarrollada en una larga jornada de proximidad, la conversación entre ambos es prolija en revelaciones y suscita en el lector una calidez excepcional, como si charlara con él directamente. Allí mismo, la argentina Ana Arzoumanian sondea al editor y librero Javier Folco, también argentino, acerca del sugestivo proyecto Portaculturas, que capitanea en Córdoba.

La escritora y educadora dominicana Eleanor Grimaldi Silié recibió esta semana el Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil 2025, “en atención a su amplia y provechosa trayectoria como autora de libros para niños”, de manos de un jurado incontestable: Rafael Peralta Romero (director de la Biblioteca Nacional Pedro Henríquez Ureña), Bruno Rosario Candelier (director de la Academia Dominicana de la Lengua), Manuel García Arévalo (presidente del Voluntariado de la Biblioteca Nacional), Julio Cuevas (poeta y profesor de Literatura en la Universidad Autónoma de Santo Domingo), Amerfi Cáceres (directora de la Biblioteca Infantil y Juvenil República Dominicana) y Brunilda Contreras (escritora Premio Biblioteca Nacional de Literatura Infantil 2024). Grimaldi Silié, quinta autora en recibir el galardón –entregado previamente a Lucía Amelia Cabral (2021), Margarita Luciano López (2022), Miguel Phipps Cueto (2023) y Brunilda Contreras (2024)–, cuenta con una extensa y diversa trayectoria en el área de la literatura infanto-juvenil, y nos ha cedido un maravilloso cuento para lectores de esa franja etaria y para todo tipo de lector. Así la honramos al tiempo que enaltecemos esta puntal premiación.

Cerrando ya, de isla a isla, como un poema archipelágico, la cubana Kelly Martínez-Grandal reseña el poemario País natal, del canario Samir Delgado, en esta revista isleña y universal, tejido conectivo de nuestras culturas.