El maestro Elvis Avilés nació el 18 de agosto de 1964, y falleció el 30 de julio de 2022. Comenzó sus estudios pictóricos en 1978, en la Escuela Nacional de Bellas Artes. Trabajó en los talleres de Alberto Bass y de Pedro Céspedes, en los cuales se especializó en las técnicas de Hiperrealismo.

Perteneció a la Generación de los 80, la cual marcó un momento sumamente fructífero para la creación artística. Sus intereses giraban casi al unísono en torno al objetivo de la libertad creativa, pero separados por múltiples metas e ideas. Los ochenta son la única generación de artistas que formó una cohesión militante, definida no como miembros de un grupo, sino como un espíritu colectivo. El espectro de su influencia ha sido diversificarse entre las ramas figurativa y abstracta, mágica, hiperrealista y surrealista. Entre sus miembros se encuentran Gabino Rosario, Marcos Lora Read, Gina Rodríguez, Jesús Desangles, Genaro Phillips, Hilario Olivo, Juan Mayí, Aquiles Azar, Jorge Pineda, Belkis Ramírez, Tony Capellán, Luz Severino y varios otros nombres relevantes de la plástica.

Avilés empezó pintando temas rurales, dentro de un realismo costumbrista, revelando su buena técnica. Pronto evolucionó hacia un fotorrealismo, captando detalles y ángulos urbanos insólitos, hasta que se interesó por los muros de Santo Domingo. Sus interpretaciones lo sitúan cerca de Antoni Tàpies y de los “nuevos realistas” franceses, un parentesco casual, ya que el joven pintor desconocía esas expresiones, que la crítica le atribuía. Desde el 1985, expuso periódicamente en distintos países. Se mantuvo investigando, con plena libertad, signos y símbolos antillanos, en un contexto de grafismos y de pintura expresionista abstracta, para dar vida a una obra entre la forma y lo informal, con un colorido intenso y variado, tanto por gamas y tonos, como por la materia pictórica y la texturización de la superficie.

Obtuvo varios galardones, como el Premio Único de Pintura Casa de España en Santo Domingo, el Primer Premio de Pintura del XVII Concurso Bienal de Arte E. León Jimenes en 1990, el de Artista en Residencia de la Fundación Centro Cultural Altos de Chavón, La Romana, en 1997. Además, Mención Especial del Jurado en XXVIII Festival Internacional de la Pintura de Cagnes-Sur-Mer, Francia 1997. También el Premio de la Crítica del IV Salón Internacional del Dibujo de la Fundación Arawak 1997, el de Dibujo de la XX Bienal Nacional de Artes Visuales en 1998, Tercer Premio de Pintura de la XXll Bienal Nacional de Artes Visuales de 2003, entre otros.

Realizó más de 24 exposiciones individuales y 21 muestras colectivas, desde el año 1985, con su primera exposición titulada “Percepción visual”. En 2021, el crítico y ensayista Cándido Gerón publicó el libro Avilés: Las dimensiones atávicas de su arte, acerca de su trayectoria artística.

Fue subdirector del Museo de Arte Moderno de la República Dominicana.

Algunas críticas sobre su obra 

Marianne de Tolentino: “La trayectoria profesional de Elvis Avilés, constelada por las premiaciones nacionales, es ya extensa. Él había pasado de los paisajes campestres neorrealistas a las aldabas y las marañas de alambres eléctricos, entonces casi fotorrealistas. Rural o urbano, se quedó tierra adentro, hábitat tradicional e instalaciones criollas. Cuando se apasionó por los muros de la ciudad, sus grafitti, sus cicatrices, las apariencias no dejaban de metaforizar los males sociales. La conceptualización y la introspección progresaban, raíces culturales, creencias, mestizaje.  Aunque una lectura, ajena a los símbolos antillanos, percibiría solamente informalismo, abstracción y colores dominantes”.

Miguel Ángel Muñoz: “La pintura de Avilés se ha convertido en arte grande a lo largo de treinta años de actividad constante, de exigencia formalizadora sobre aquellos estímulos primigenios que sin duda habían de deslumbrar su mirada infantil”.

Amable López Meléndez: “[Elvis Avilés] desarrolla su mundo personal cromático con una controlada gama de colores, próximos a lo telúrico y ancestral para después proponernos entre el signo, lo textural y lo gestual de su abordaje informalista. [Es] una propuesta que bordea la magia de su despliegue técnico enriquecido con un modo factural que conjuga la maestría de su lenguaje visual con una forma inigualable de explorar su universo simbólico que traspola a sus lienzos con unas soluciones compositivas que seducen por su invaluable fusión de elementos de sus propuestas”.

Extracto de una entrevista a Elvis Avilés por María Esperanza Pérez

¿Cómo definiría su arte y qué puede apreciar el público en sus trabajos?

Defino mi trabajo actualmente como expresionista abstracto. Pero a veces soy totalmente abstracto. El público cuando ve mis obras se inquieta, porque ve y define en ellas diferentes cosas como libertad de expresarse y de ver lo que siente, a través de ellas.

¿Cómo ha evolucionado el arte en los últimos tiempos?

El arte ha evolucionado bastante, existen otras corrientes que están en boga como son las Instalaciones y la nueva visión de la fotografía, y es que con el pasar de los años los tiempos van cambiando. Resulta que el arte se dice que es contemporáneo, porque se adapta a los tiempos, en él se reflejan todos los problemas en cuanto al ámbito social, político y económico de un país. Es por eso que el arte tiene un papel muy importante en su ideología. Para que sea un arte contemporáneo tiene que estar acorde con los tiempos y su problemática de evolución, debe de ir a su mismo nivel. Por ejemplo, ahora con el Coronavirus que es un nuevo problema mundial, hay artistas que están trabajando sobre las pandemias, sobre las guerras, sobre los problemas sociales, políticos, económicos, y sobre el hambre en el mundo entero.

¿Qué les aconsejaría a los artistas que están iniciando y que quieren vivir del arte?

Mi consejo para los nuevos, para los que vienen y los que están, es que esta es una carrera de resistencia. Tengo la esperanza de que en nuestro país se abran más espacios que sean verdaderos, que su intención sea de protección verdadera, que hagan un trabajo internacional, que no solo se quede en lo mercantil, que tengan otras visiones, que hagan su cuota de sacrificios para proyectar el arte dominicano. Hay que buscar la manera con proyectos serios y sólidos de involucrar al Estado en la protección del arte. Estamos a la altura de cualquier país del mundo en cuanto a arte se refiere. Esperamos que con la nueva Ley de Mecenazgo se hagan cosas a favor del arte y de los artistas visuales, que sea lo más trasparente posible, que no se contamine por el bien de las artes.

(Tomado de: “El arte es todo, es imprescindible para la humanidad”, entrevista a Elvis Avilés en la sección Cultura del diario El Caribe, 30 de mayo de 2020, República Dominicana)

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León Félix Batista (Santo Domingo, 1964), es poeta, ensayista y traductor. Ha publicado 26 libros en 11 países distintos, y ha sido traducido a cuatro idiomas.