Cada lector busca algo en el poema. Y no es insólito que lo encuentre: Ya lo llevaba dentro.
Octavio Paz
La poesía ha conectado personas, pueblos y culturas a lo largo de la historia. El mismo
Octavio Paz, poeta mexicano, lo destaca cuando dice que eso que buscamos en el poema, ya se encuentra dentro de nosotros. Por tanto, no es extraño que veamos hilos de similitud entre poemas de distintos autores, aun cuando surjan en otros contextos o latitudes. Este es el caso de creaciones literarias de Nicolás Guillén, poeta y periodista cubano, y Langston Hughes, poeta, columnista y activista social afroamericano.
La intertextualidad se refiere al vínculo que un texto establece con otros textos, históricos o contemporáneos (Pérez Porto, 2008); por lo que es posible que encontremos entre ellos conexiones, intencionales o no, aun escribiéndose en lenguas diferentes.
Ambos autores a los que nos estaremos refiriendo, destacados en sus respectivos espacios, nacieron a principios del siglo XX, y tienen en común ancestros africanos y europeos. Hubo un tiempo en el que los dos se conocieron y socializaron en Cuba, y eventualmente, tradujeron algunas de sus obras en la lengua del otro. Además, sus voces poéticas comparten fuertes simbolismos que hacen referencia al origen e identidad, como cuando Hughes, en su poema titulado The negro speaks of rivers (El negro habla de ríos) dice:
He conocido ríos:
he conocido ríos ancestrales como el mundo y más antiguos que el fluir de la sangre humana en humanas venas.
Mientras que Guillén, hace referencia a estos temas en estos versos de su emblemático poema Balada de los dos abuelos:
Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos. Lanza con punta de hueso, tambor de cuero y madera:
mi abuelo negro.
Gorguera en el cuello ancho, gris armadura guerrera:
mi abuelo blanco.
El origen africano está muy marcado, cuando Hughes menciona al Congo y a las pirámides de Egipto, mientras Guillén habla entre otras referencias de “África de selvas húmedas”. Los simbolismos danzan en ambos poemas: El agua, el río, el oro, el seno del río y el torso de los abuelos, el atardecer, la oscuridad de la esclavitud y los sueños.
La voz de los ancestros está presente cuando Langston canta: Construí mi choza cerca del río Congo y su voz me arrulló en sueños; y Nicolás lo repite enfáticamente en su estribillo:
Sombras que sólo yo veo,
me escoltan mis dos abuelos.
Sin embargo, hay corrientes en estos poemas que los hacen distintivos. En la obra de Hughes, El negro habla de ríos, hay un especial énfasis en sus raíces africanas y lo que para él sería su tierra y sus contextos particulares. Igualmente, hay una especial conexión entre todo ello y la figura del río: La choza cerca del río Congo, el baño en el río Éufrates y la comparación entre dicha imagen y su sangre:
Mi alma se ha tornado profunda como los ríos.
Y en estos otros versos:
He conocido ríos:
ancestrales, oscuros ríos.
Mi alma se tornó profunda como los ríos.
A su vez, hace referencia a su tierra natal, los Estados Unidos, cuando menciona “el canto del Mississippi”, Nueva Orleans, y al factor histórico, en la figura de Abraham Lincoln, al que
particularmente llama “Abe”, en una clara alusión al trabajo de este último, cuando fue presidente, en su lucha contra la segregación racial en ese país.
En cambio, cuando leemos el poema Balada de los dos abuelos, Guillén no puede separarse de sus dos raíces y hace una especie de balance en la importancia que le da a sus orígenes, representada en las figuras de sus abuelos o ancestros (Federico y Facundo), de los que él siente como si los reconciliara en sí mismo:
Don Federico me grita y Taita Facundo calla;
los dos en la noche sueñan y andan, andan.
Yo los junto.
Y cuando dice:
…Los dos se abrazan. Los dos suspiran. Los dos las fuertes cabezas alzan:
los dos del mismo tamaño,
bajo las estrellas altas…
De igual manera, el elemento geográfico está presente, cuando se refiere “al aro del
trópico”, así como el histórico, evidenciable en todo el poema, inclinándose la balanza hacia el tema de la esclavitud, siendo un claro ejemplo de ello, estos versos:
¡Qué de barcos, qué de barcos!
¡Qué de negros, qué de negros!
¡Qué largo fulgor de cañas!
¡Qué látigo el del negrero! Piedra de llanto y de sangre, venas y ojos entreabiertos,
y madrugadas vacías,
y atardeceres de ingenio…
Puede que los contextos de cada uno no sean exactamente los mismos, sin embargo, en ambos poemas hay lazos de origen, de sangre, identidad e historia, en lo que importa a cada poeta, sus contextos, su esencia y su motor para escribir.
Como dice Rhina Espaillat, en su poema Bilingual (Bilingüe), también consciente de la relevancia de sus raíces, de lo que conforma su identidad:
Mi padre les gustaba separadas, una allá, una aquí (there and here), como si supiera
Que las palabras pudieran cortar en dos, de su hija el corazón.
Y, cómo la misma poeta dominicana de la diáspora, insiste en ese poema:
¿Pero quién puede dividir
el mundo, la palabra (world and word) de
cualquier criatura?
Ambos poetas, Guillén y Hughes, muestran estilos literarios bien definidos, caracterizados por una gran fuerza en el empleo de las palabras, un alto sentido de identidad, conocimiento de la historia y el entorno y profundidad en las imágenes poéticas, lo que permite que sus textos sean redondos, y mantengan la vigencia, al conectarse con los lectores, aun estos tengan otros contextos.
Como el Éufrates, el río más largo del planeta, los versos de Nicolás Guillén y Langston Hughes, corren y nos unen. Sus voces hondas, cargando el dolor ancestral, sus palabras que se desdoblan permeando distintas lecturas, el cantar de sus ríos y sus sueños de libertad siguen vigentes, y son una clara demostración de que la poesía es origen, es espejo que nos refleja y también luz que fluye en atardeceres, mostrando al mundo la belleza de sus múltiples colores.
Bibliografía consultada
Bowen y Bowen. Abriendo puertas: ampliando perspectivas. 2012. E.E.U.U. pp 443-445.
Guillén, Nicolás. Balada de los dos Abuelos. Tomado de West Indies Ltd., Obra poética 1920- 1972, La Habana, Instituto Cubano del Libro, 1972. Recuperado de https://cvc.cervantes.es/literatura/escritores/guillen/poemas/poema_11.htm
Hughes, Langston. The negro speaks of rivers. (El negro habla de ríos). The Collected Works of Langston Hughes. 2002. E.E.U.U. Recuperado de https://www.poetryfoundation.org/poems/44428/the-negro-speaks-of-rivers (Traducción libre)
Espaillat, Rhina. Bilingual. Where horizons go. 1998. E.E.U.U. Recuperado de https://www.poetryfoundation.org/poems/46542/bilingual-bilingue (Traducción libre).
Perez Porto y Gardey. Artículo. Definición de Intertextualidad. 2008-2025. Recuperado de https://definicion.de/intertextualidad/
Imagen en portada, créditos: “Un minuto por 5 pesos”, foto de León Félix Batista
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Karina Castillo. Docente escolar y universitaria, con una maestría en Educación. Escritora, poeta y reseñista literaria. Egresada de Cursos para la Enseñanza de la Escritura del National Writing Project, Plymouth State University. Ha publicado: The map of my heart (New Hampshire, 2011); La mariposa que no conocía la lluvia (2016); Detrás del muro (Altazor, Perú, 2019), y Detrás del muro y otros cuentos (Santo Domingo, 2023).