Robin Williams

Un viento helado me atraviesa el pecho

Las nubes estacionadas en el hiriente azul

se resisten a despedirme

Mi pensamiento sangra por mi vida desgranada

Mi corazón despedazado no se reencuentra

He llorado como lluvia el dolor que van a sentir

y les aseguro que no es más grande ni más pequeño,

que el que estalla entre mis venas y que supe disimular

con creces

Actuando los hice llorar y reír, os pido que guarden esas

lágrimas y esa risa en mi memoria

Me perdonan el no saber resistir más

El mundo se convirtió en una eterna noche oscura

Mis ojos cansados olvidaron la luz que iluminaba mi rostro

y me ataba a sus adorados corazones.

Esta mirada que me sueña

Ven aquí donde las rosas se han abierto. Deja que el alma y el mundo se conozcan

Rumi

Una insondable pena

Una profunda tristeza

pareciera ser el precio

a pagar por las humanas pérdidas

Inesperadamente nos llenamos de preguntas:

Nuestra enferma “civilización”

Los ídolos erigidos

La prisa de los tiempos

El dominio de la tecnología…

Lo grande y lo pequeño se encuentran

Nos volvemos hacia nosotros mismos

Uniendo nuestras voces emergemos

Nos deshabitamos y nos volvemos a habitar

Nuevas necesidades del espíritu resplandecen

Este soñar nuevas miradas

“destruyendo laberintos,

 levantando templos puros

para alabar lo sagrado”

Se estremece la tierra, el universo todo

Como abanicos se van abriendo

nuevas formas de diálogo

Con nosotros mismos

Con los más próximos

Con los que están lejos

Con la naturaleza

Los múltiples lenguajes de las artes

encuentran resonancia

como nunca antes

en los trastocados espacios

Niños y niñas

son como flechas certeras desbloqueando

 zonas creativas

 ensanchando la imaginación

Nos obligan a aprender el arte de la paciencia

aplicado al momento preciso

Lo que es útil y bello lo vamos

descubriendo con ellos

¡Ay niña mía!, aparecida en el sueño

vestida de blanco y silbando

quién sabe cuál melodía

vas dejando en una estela de colores, música

y canto

Dejemos que nos invada

y renacidos cantemos

Se acunan las lágrimas del alba

El moriviví, la mariposa, las florecillas,

el rocío  

La imaginación se ensancha

La filosofía se llena de preguntas

La poesía florece por doquier,

transformada en bálsamo y consuelo

Sublime belleza como ofrenda al mundo

Comunión profunda

Esencia que se renueva en alfabetos

recientes

Soy el pájaro de Dimash,

El que me hubiera gustado ser desde mi nacimiento

Desde la altura escucho un canto universal

Infinitas manos escriben del mundo  

Sueño con el cielo de mi infancia

los misterios del bosque,

el arco iris y la laguna

El zumbador mareado

Mi rostro reflejado en el río

El concierto de los pájaros

Mi soledad sin estar sola

Pido al padre celestial que nos fortalezca

e ilumine

que esta pesadilla pase pronto

que nos ayude a ser más creativos

solidarios, compasivos y generosos

Voy guardando en mi ánfora las semillas recogidas

Los cantos que traspasan fronteras

La música que nos une

Que multiplica el amor

Que enaltece.

______

Pastora Hernández (Buena Vista, Jarabacoa,1956). Estudió Sociología en Santo Domingo y Artes Liberales en New York. Dirige el proyecto de literatura infantil Children’s Project: Work in Progress. 

Obras: Vuelta al silencio reflexivo; Descosiendo el alba; Posada en el instante; Mi llama flotaba por ti, entre otras.