Mi hijo Elián, que no se llama así
por el balserito cubano de los noventa
ni por el santo en Gales 

que su padre sacrificó, 
aún es muy chico para nadar
o rezar. 

Vaya pues esta sencilla plegaria
a su nombre este domingo de playa
mientras lo miro hacer castillos 

de espaldas al agua –dios 
lo libre de mí y de los cabrones
turistas gringos en jetski, 

regentes del país y de la distancia
que el niño –¡papá, atención!–
de la nada se apresta a caminar 

desde la orilla hasta el horizonte.

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La verdad es que son tantos los turistas
que mueren arrastrados por la corriente cada año
y aun así siguen llegando,

que dios nos debe

conceder el milagro de que un niño nuestro
camine sobre las aguas. 

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¿Por qué no el mío, señor? 


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Guillermo Rebollo Gil (San Juan, 1979) es escritor, profesor de sociología, traductor y abogado. En el 2020, Ediciones Liliputienses en España publicó una selección de su poesía bajo el título Informe de Logros: Poemas 2000-2019