Devenir Los pies libres para el vuelo. Las manos laxas para el aire. La casa, el cuerpo, avanza, se arrastra. La gente, la lluvia, el tiempo, la mañana. Supo el saber de algo que se perdía para siempre. Recuerda que sí, olvida que no. Será que la noche se hace luz en los recónditos jardines del tiempo. Y sueños azules dibujan las entradas de los puertos. Amanece y, a lo lejos, ventanas abiertas alcantarillan las esperas.
Fin-principio Voces salvadas del olvido. Dibujos de unas manos en el aire. Huellas que surcaron los desiertos. Piedras que anidaron otros tiempos. La muerte eligió quedarse a la espera de otras soledades. Inmóvil y silente como un tren que viaja en la noche. Mientras las manos, mientras los cuerpos, se abren para soltar lo dado, se dejan atravesar para ser nombrados. Mientras el agua lapislázuli, mientras el sueño azul-turquesa, dibujan en sus cauces los vestigios que deja un andar. En la arena blanca, vieja, erosionada, infinita. Lo fugaz imprime en la piel su sello de fuego.
Velo El cielo se prepara para amanecer. Quiero estar despierta para verlo. La ruta está desierta. Sólo casas perdidas en la lejanía. Todo yace abierto en la piel que nace. Todo al tacto es belleza en su estado original. La quietud guarda en sí el movimiento. Los colores estallan desde adentro. El sol traspasa los ojos cerrados. Todo se dejó ir, natural como el aire. Voy cantando a verte nacer juntando los colores de la tarde. Suspensión Una palabra despojada de sentido. Un espacio. Un lugar. Una jugada. Una apuesta. Una trama. Un efecto, y el tiempo que evoca. Un afecto y el surco que nombra. Una escritura. Una invención. Todo aquello que algún día sabremos.
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Carolina Kibudi (Buenos Aires, Argentina, 1982. Poeta, música y psicoanalista. Licenciada en Psicología, Universidad de Buenos Aires. Anteriormente a Devenir (Barnacle, 2022), publicó Lumbre (Barnacle, 2017).