En la ventana del portal de la UNESCO referente al Patrimonio Cultural Inmaterial, leemos lo siguiente:

La Cofradía de los Congos del Espíritu Santo de Villa Mella se distingue en el campo de la música, de la danza y de las festividades populares. Los músicos de la Cofradía tocan instrumentos llamados congos. Estos congos, cuyo origen se atribuye al Espíritu Santo, son tambores que se tocan con las manos. La Cofradía, que en la actualidad está abierta a todos sin distinción de sexo ni de origen, fue fundada en el siglo XVI por esclavos africanos y mestizos. Por estas razones históricas, la Cofradía es un elemento importante en la identidad cultural de esta población y de toda la región.

En Pentecostés, la fiesta del Espíritu Santo, la Cofradía celebra un ritual que incluye oraciones, danzas y cantos acompañados por congos y tiene lugar una procesión en la que se exhibe la imagen de una paloma que representa al Espíritu Santo. La Cofradía celebra también los ritos fúnebres en los velatorios, durante la procesión hacia el cementerio y en el noveno día de luto, mientras se reza ante un catafalco de tres niveles sobre el que se coloca un muñeco que representa al difunto. Tres años después de la muerte, se celebra una ceremonia llamada Banko. De nuevo se alza el catafalco y los vivos se despiden del muerto, que adquiere así la condición de antepasado. De nuevo en esta ocasión, los invitados bailan al ritmo de los congos.

La perennidad de la Cofradía siempre se ha visto amenazada por la falta de interés de las autoridades por las culturas de origen africano y mestizo. Hoy día, la aceleración del crecimiento urbano, las migraciones, el desempleo y la uniformización de los valores no hacen sino reforzar los prejuicios y la incomprensión con respecto a la Cofradía.

He querido citar esos párrafos del portal de la UNESCO a propósito de que el próximo jueves 11 de septiembre se estrenará comercialmente en salas de cine la película “Kacimiro”, que ya tuvo sendos preestrenos hace algunos meses en el XVII Festival de Cine Global de Santo Domingo (donde compitó en la categoría de Ópera Prima Documental “Fernando Báez”) y en el V Festival de Cine Fine Arts Hecho en RD (donde ganó el premio al mejor documental).

En efecto, se trata de un documental, con guion y dirección de Boynayel Mota, acerca de la Cofradía de los Congos del Espíritu Santo de Villa Mella y del legado de quien fuera su capitán, Kacimiro Minier, maestro artesano de los instrumentos musicales de los Congos, fallecido en 2016 a la edad de 108 años.


De acuerdo a Mota: “A través de su historia, exploramos los saberes transmitidos de generación en generación y la riqueza de su cotidianidad, donde la celebración de la vida y el tránsito hacia la muerte se entrelazan. En esta tradición, la muerte es un paso hacia la vida ancestral, donde el tambor y la espiritualidad mantienen viva su presencia… El documental es un viaje poético de la mística y visión de la tradición de los Congos de Villa Mella… representa no solo una exploración cinematográfica, sino también una búsqueda personal y una conexión profunda con Kacimiro Minier, maestro de los Congos y figura central de la cofradía… Buscamos honrar la memoria de Kacimiro y preservar la esencia de esta tradición que es parte fundamental de nuestra identidad… La fotografía, a cargo de Bejike Mota (Oliver), juega un papel crucial en la narrativa visual del documental. Con una mirada íntima y respetuosa, la cámara captura los detalles más profundos de los ritos y cantos de los cofrades, transmitiendo la espiritualidad y el fervor que caracterizan esta tradición. Cada plano parece impregnarse del alma de los protagonistas, llevando al espectador a un viaje sensorial y emocional por la sabana del Espíritu Santo… Cada encuadre revela un fragmento del alma de Villa Mella, con rostros negros y hermosos que irrumpen en la pantalla con dignidad y misticismo. No tuvimos que inventar nada. La realidad nos dio la dramaturgia. En sus silencios, en sus gestos, en sus cantos… Solo hicimos lo que el cine permite: observar con respeto”.

Además de cineasta, Boynayel Mota es investigador, gestor cultural, fotógrafo, artesano y músico. Su documental “Kacimiro” es fruto de casi veinte años de investigación participativa en la comunidad de Mata de los Indios. Ya antes había realizado el mediometraje “Congo pa’ Casimiro”, estrenado en 2018, registrando la ceremonia del “Cabo de Año” al cumplirse el primer aniversario de la muerte de Casimiro, “en la que su alma pasa de estar en el mundo de la mentira, al mundo de la verdad”.

Es importante resaltar el acierto de Boynayel Mota al incorporar como productor de “Kacimiro” a Fernando Santos, pues como bien ha señalado Carlos Castro (“¡Oh Kacimiro…! Los ritos de un enclave negro en vía de extinción”, Acento, 12 de febrero de 2025): “Estos proyectos sin interés comercial se caracterizan por el rigor y la paciencia. Hay que arriesgarse y encontrar un productor ejecutivo con “valor utópico” como Fernando Santos, quien se ha dedicado a buscar dinero para llevar al cine la vida de personajes y temas vinculados a lo mágico-religioso dominicano”.

Recordemos que “Kacimiro” estará en cartelera en salas de cine a partir del jueves 11 de septiembre. Preparémonos para aprovechar la oportunidad de disfrutar este magnífico documental.

(En portada: imagen del documental Kacimiro)

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Jimmy Hungría. Gestor cultural y cinéfilo. Amante del teatro, de la música. Aspirante a chef. Autor del libro Gastronomía musical y bibliografías en construcción y de la columna Tívoli.