Primera edición, Ediciones Rumbo Norte, Ministerio de Cultura, República Dominicana, 2009

Conocer a Emelda Ramos ha sido uno de los más grandes privilegios a lo largo de mi viaje dentro de la literatura dominicana.  Es una mujer increíble, llena de valores y sorpresas.  Su imaginación no tiene límites.  Ella ha transitado por casi todos los géneros literarios de manera sencilla y humilde.  Sin ambages y poniendo por encima a la mujer y sus roles dentro de esta sociedad machista y discriminatoria en que nos ha tocado vivir a las escritoras.

Escogí el libro Los ocultos oficios y placeres de Miralvalle guiada en principio por el instinto y luego por la curiosidad.  Es importante señalar que nos mueve, al estudiar su obra, la identificación de valores anticanónicos, pues desde siempre ella ha sido una defensora de los derechos de la mujer y por ende este aspecto resalta en sus narraciones.  Al analizar esta obra, he tomado algunos ejemplos relevantes del rol de las mujeres. Vindica y humaniza oficios sencillos de los campos y los pueblos haciendo ver como heroínas imprescindibles a las humildes mujeres que los realizan.  De esta manera, logra nuestra identificación con estas valientes mujeres quienes, al servirse de sus manos poderosas, logran ganarse el sustento en los pueblos pequeños como Miralvalle (pueblo ficticio) y hacerse indispensables. 

Un ejemplo de esto se puede apreciar en el segundo cuento del compendio, La casa de las siete puertas.  Nuestra autora muestra su gran destreza de cuentista, ocultando datos al lector, quien curioso intentará adivinar el misterio circundante en la historia, hasta llegar al ansiado final, donde se devela el secreto.

El cuento resalta la personalidad de la joven Martha como escribiente, oficio con que se ganaba la vida y con el cual logró mantener la dignidad de la familia en los tiempos aciagos de la dictadura.

En el cuento Miravela, vemos revivir costumbres y creencias de antaño, transmitidas a través de la oralidad para ser contadas de manera jocosa y misteriosa de la mano de su prosa.  Vemos develarse los misterios producto de su prolífera imaginación y sigue dando pinceladas de los avatares sufridos por las familias dominicanas de toda la geografía por los caprichos de los esbirros de la tiranía.

Otro detalle importante y que enaltece a sus personajes es la descripción de sus hogares, espacios cotidianos, revestidos con la mirada de quien sabe capturar la belleza inusitada, como se observa en el cuento Águeda canta al decir lo siguiente:

“Una vez se abre la puerta aromada en el agridulce olor de las dalias, la humildad se revierte en gracias, la miseria en total encanto.”

Esta narración es dulce y amarga, pero la ternura con que cuenta hechos horrorosos nos hace sentir en carne viva el dolor de Águeda la joven planchadora ultrajada; aprendemos a valorarla en su justa dimensión de mujer vejada.

Un cuento hermoso nos lleva a conocer un oficio olvidado del que nos hemos servido escritores y escritoras de todos los tiempos: Círcula, la cuentacuentos.  En este cuento cobra vida la oralidad como forma de transmitir leyendas y mitos olvidados.  Es ejercido por una huérfana abandonada, quien prenda con su carisma a un hombre que la espera toda su vida hasta encontrarla y ofrecerle su hogar para contar sus historias.  Aquí, vemos surgir la magia de un final feliz, llevado de la mano de un relato triste y bello a la vez.

En este libro desfilan por igual celestinas, chaperonas, miravelas, piojosas, beatas, escribanas, planchadoras, cuentacuentos; todas ellas reconocidas y exaltadas por la inagotable prosa de Emelda valorizando sus aciagos oficios.  Para algunos estos serían horrorosos, pero en el imaginario de la prosa de Emelda se transmite la dignidad, el recato y la habilidad de estas mujeres para ganarse el pan diario de una manera inusual o inverosímil.  No juzgamos, simplemente, disfrutamos sus personajes, nos remontamos a una época nefasta de nuestra historia y acompañamos a Emelda en este viaje de heroínas insólitas.

(En portada: Chiqui Vicioso y Emelda Ramos)

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Amarilis Cueto (República Dominicana, 1963). Lic. en Economía y Maestría en Alta Gerencia.  Jubilada del Banco Central. Pertenece a los talleres Pasión por los libros y Taller de Narradores de Santo Domingo. Ha publicado los libros: El despertar de Ogún, 2020, Póthos y otros relatos, 2022 y Caleidoscopio en Sepia, 2024. También es fotógrafa aficionada. Egresada del Diplomado de Escritura Creativa Caribeña de Proyecto Anticanon y el Instituto Superior Pedro Francisco Bonó.