Foto de portada: Lauristely Peña

Supón que te llamas Eyvi

Eyvi Victoria Ágreda Guerrero

y que llevas el apellido de mi padre y del capitán de la selección peruana de fútbol

Pero tú estás muerta por designios y él está protegido por la FIFA, el Presidente de la República y la fe de treinta y dos millones ciento sesenta y dos mil ciento treinta y cuatro peruanxs 

Ahora supón que vives en una de las regiones más pobres del Perú

Cajamarca, por ejemplo

Y que en su corazón alberga la mina de oro más rica del mundo

Supón que admiras a Máxima y que aprendiste de ella su coraje 

Supón que viajas a la capital porque no se puede vivir siempre en la pobreza del campo

y Lima no es lo que esperabas pero querías saber de tu vida de tu paso de tu peso de tu tristeza y de tu zapato Entonces te fuiste a mirar el mar 

Y el Pacífico se hundió irremediablemente en tus ojos 

Supón que en una calle de esta ciudad virreinal te dijeron “sé mi novia” pero tú te negaste y enseguida ya solo eras una “cholita arrecha” 

Supón que un día del mes de abril te subes a un bus de la línea 8 para regresar a casa como cualquier día desde hace cinco años y mil ochocientos veinticinco días con sus horas

Allí hay una mirada que te persigue una mirada que te acecha una mirada que te vigila una mirada que conoces bien

Supón que estás cansada por un día de estudio y trabajo de trabajo y estudio y te quedas dormida 

Supón que te despierta un ardor frío y que te ahoga la brillantez el olor de los restos de un yogurt con gasolina

Supón que al abrir los ojos la gente está gritando y tú estás ardiendo y es la noche más umbría de mi corazón

Entonces te veo por primera vez a través de la imagen borrosa de un celular 

Tu silueta se descubre poco a poco detrás del vaho de un polvillo blanco y las redes se encienden y el periodismo condena y los políticos asienten y las cámaras de videovigilancia de aquel distrito de clase media por donde te incendiaron se muestran en todo el territorio nacional

Y tú una muchachita de 22 años una muchachita como cualquiera de nosotras que camina por las calles de una ciudad feroz empezó a llenar las primeras planas de los diarios con sus fotografías por uno dos tres veinte treinta treinta y tres treinta y ocho días

Tú que hasta entonces no existías sino para tu persecutor

Y ahora estás en una camilla del Seguro Social

Allí te desnudan te hacen una traqueotomía te inyectan te inducen al sueño 

Y en tu sueño el mar y los Andes están hermanados en una cicatriz en una hondura intensa que solo tú puedes tocar Eyvi hermana

Y en la cima está Máxima y canta y las lagunas se levantan como madres buenas que te cobijan y te abrazan

Ahora bien supón que esa mirada de horror en la línea 8 era la mirada de tu asesino

Supón que ardes porque tu asesino dijo amarte porque dijo que eras demasiado hermosa y que tu belleza merecía un escarmiento

Supón que eres solo un número más en la estadística de este país

Supón que tu cuerpo tuvo que ser sometido a 1, 2, 3, 4, 5, 6, 10 intervenciones

Supón que un día abriste los ojos y dijiste “Quiero ir a casa” pero tu cuerpo tu cuerpo ya no soportó

Con todo imagina que los políticos de este país de tu país y del mío aborrecen las palabras “igualdad” “mujeres” “género” “feminicidio”

Que gastan ochenta y cuatro mil soles en flores importadas pero seguramente ningún ramo llegó a tu velorio

Que tienen policías que les cuidan las espaldas Policía que tú no tuviste porque para el Estado solo somos mano de obra barata y si denuncias te marcan con su media sonrisa y si no denuncias igual te matan

Pero tú ya lo sabías

A ti te condenaron antes 

Antes incluso de que nacieras 

Te condenaron desde tu precariedad

Te condenaron desde tu anhelo

Te condenaron a ser siempre mujer a ser siempre sumisa a ser siempre pobre

Y tú tú no

Tú te alzaste porque amabas la vida

Ahora supón que te llamas Eyvi

Eyvi Victoria Ágreda Guerrero

Y que te levantas de esa camilla

Porque tu amor y mi amor no son poca cosa

Y que tomas el bus con nosotras el 1 de junio del 2018

Tu cuerpo, tu arma, compañera

  1. Eyvi Agreda fue rociada con combustible por su acosador Carlos Hualpa el 24 de abril del 2018. Falleció por quemaduras de segundo y tercer grado el 1 de junio del mismo año.
  2.  El jugador más importante de la selección peruana lleva el apellido de la poeta: Paolo Guerrero
  3. Alude a Máxima Acuña, la defensora del agua en Cajamarca, quien se ha enfrentado a la poderosa mina Yanococha. 

Victoria Guerrero Peirano, académica, poeta y activista peruana. Doctora en literatura por la universidad de Boston. Sus obras más recientes incluyen A dúo con el poeta chileno Raúl Zurita, “Zurita +Guerrero” (Guayaquil, 2014) y el compilatorio de su poesía bajo el título de “Documentos de Barbarie (poesía 2002-2012)” (Lima, 2013).