En la exitosa Feria del Libro de Madrid 2019, encontramos mayores vías para proyectar autoras y producciones literarias de diversas etapas y espacios conquistados.

Hubo una amplia representación de escritoras relevantes en diversas  actividades realizadas en el pabellón de nuestro país, la nación homenajeada por el tradicional evento cultural español, hecho considerado un acontecimiento de enorme trascendencia.

Poetas, narradoras, ensayistas e historiadoras participaron  en la  heterogénea y fructífera fiesta cultural, que contribuyó de manera exponencial a transmitir una imagen  más sólida de la República Dominicana, vinculada al cultivo de la creación y a la intelectualidad.

Entre las autoras participantes estuvieron varias de reconocida trayectoria, como  Soledad Álvarez, Ángela Hernández, Rita Indiana Hernández, Martha Rivera-Garrido, Kianny Antigua, Lucía Amelia Cabral, Farah Hallal y Rosa Silverio.

Otras creadoras e intelectuales dominicanas y extranjeras conocidas estuvieron aportando en diversos momentos, presentando libros, leyendo textos o externando puntos de vistas como Minerva del Risco, Margaria Cordero, Glenda Galán, Fernanda Bustamante, Marivell Contreras, María Teresa Pérez, Mary Collins de Colado, Marielys Duluc, Emily Cruz de Fernández, Dulce Elvira de los Santos, Consuelo Naranjo Orovio, Mu Kien Adriana Sang Ben y Laura Faxas.

También contribuyeron a la proyección de la intelectualidad femenina otras dominicanas y extranjeras, que compartieron el espacio criollo, tales como Elizabeth Balaguer, María José Rincón, Minou Tavárez Mirabal y Amelia Valcárcel, Lidia Martínez de Macarrulla, Lorenny Solano, María Teresa Ruiz de Catrain, María Amalia León y Lucía Amelia Cabral, Esther Amaro, Sorayda Peguero, Sara Hermann y Amelia Vega, ex Miss Universo, y Taína Almodóvar, quienes presentaron un libro infantil.

Evocaciones y justos homenajes

Tres escritoras tuvimos la oportunidad de destacar  los aportes de varias  autoras del pasado. Específicamente nos referimos a  Abiagíl Mejía, Flérida de Nolasco y Aída Cartagena Portalatín. Además, fueron debidamente resaltadas la figura y obras de Josefina Báez, una creadora de nuestro tiempo representante de la diáspora dominicana asentada en los Estados Unidos.

Nos correspondió a Ángela Hernández, a Martha Rivera-Garrido y a quien suscribe  expresarnos sobre las autoras antes mencionadas en una tertulia denominada “Voces femeninas dominicanas del siglo XX, efectuada en el pabellón de la República Dominicana. Particularmente me complació rememorar las admirables trayectorias y los aportes literarios e intelectuales  de Abigaíl Mejia y Flérida de Nolasco, dos de las principales autoras del recién pasado siglo.

Comenté entonces que existen algunos paralelismos entre estas literatas nacidas a finales del siglo XIX, pues ambas fueron  reconocidas en su época, legaron a la posteridad obras importantes, nacieron en hogares acomodados en los que se cultivaba el intelecto y se fomentaba la creación, trabajaron como maestras, incursionaron con éxito en la investigación histórica  y creían firmemente  en el desarrollo de su país.

Enfaticé que, por  su singular perfil de pionera de la lucha feminista y otras características, Abigaíl continúa  interesando a las presentes generaciones y que de  su novela “Sueña Pilarín” se siguen haciendo estudios y tesis en República Dominicana y en el exterior.

Comenté también que lamentablemente la laureada ensayista Flérida de Nolasco no gravita en la memoria colectiva como sucede con la figura de Mejía pese a su respetable bibliografía y a las medulares contribuciones que hizo a  la educación, al ensayo, al  estudio del folklore y de la música  y a la investigación histórica, además de haber gozado de un amplio respeto público.

Ángela Hernández, Premio Nacional de Literatura  2016 y estudiosa de la obra y de la vida de gran Aída Cartagena Portalatín, ahondó en el perfil de esta autora y de algunas de sus obras y expuso también acerca de la prestigiosa y galardonada Jeannette Miller, poeta, narradora y crítica de arte de la contemporaneidad. 

La personalidad de la notable autora de la Poesía Sorprendida fue descrita con unas pinceladas muy ilustrativas por Ángela, quien la definió como temperamental, segura, viajera, andariega e independiente.

Igualmente, añadió sobre el talante de la autora del famoso poema “Una mujer está sola”, que  era “cortante, irónica, humorística, todo medio sonriente y dependiendo de la situación. “Nada complaciente con sus colegas escritores y, menos aún, con las escritoras”, añadió. 

Ángela ha percibido en Aída a la “mujer desatada”, a una gran poeta que también se impuso como narradora de gran calidad.

A finales de los años Aída  publicaría su obra en prosa más importante, “Escalera para Electra”, puntualizó la reputada poeta y autora de “Mudanza de los sentidos”.

Y agregó sobre la celebrada obra de la fenecida colega: “A mi modo de ver, en esta extraordinaria novela, se asientan y cristalizan las líneas estética, humanística, feminista y social de la escritora mocana. El resultado rebasa esta simbiosis y emerge con un ritmo y una energía poco vistos en la novelística dominicana”.

Respecto  a Jeannette Miller, autora de “La vida es otra cosa” y de otras narraciones, la creadora y feminista  evocó el contexto en que surgió la talentosa escritora en los años sesenta cuando emergía en la República Dominicana  una generación de poetas y artistas que representaron  el despertar y los anhelos y desasosiegos de una época, punto de inflexión, en la  historia nacional.

“La joven Jeannette Miller, hija del cuentista Freddy Miller y de Rosa Rivas, nieta de la brillante soprano Julieta Otero (1897-1980), la Alondra, será una integrante emblemática de este grupo”, rememoró Ángela y afirmó también que el poema

“Fórmulas para combatir el miedo” ubica a Jeannette en lo mejor de la tradición poética dominicana.

Gran admiradora de la creadora Josefina Báez, la poeta y narradora Martha Rivera-Garrido, Premio de Novela Casa de Teatro 1996, se refirió a esta creativa escritora y performera de la diáspora dominicana radicada en los Estados Unidos.

Expuso sobre la autora un juicio concluyente al plantear que es una de las grandes escritoras vivas de la República Dominicana y una gran artista: “Es una gran dominicana. Yo la llamo la olvidada desde la isla, la nunca tomada en cuenta”, enfatizó Martha. “Sin embargo, en el exterior no es ese el caso”, agregó lamentando que no se le preste mayor atención a la obra de la autora de “Dominicanish”, que ha alcanzado mayor proyección allende los mares.

Martha quiso que en el  estimulante escenario de la Feria del Libro de Madrid más personas se aproximaran a Josefina, nacida en La Romana, y proyectó un video en el que se vea la artista y se escucha la lectura de fragmentos de una de sus obras.

Aludiendo al ensayista y editor Miguel D. Mena,  su amigo y colega, Rivera dijo que, al irse de República Dominicana, Josefina  “no cruzó el charco, sino que se lo llevó con ella” y comenzó a usar ese espanglish​ de los dominicanos tan poco estudiado todavía. 

Con la participación de Martha, concluimos un diálogo fluido y edificante frente a un público interesado ante el que pudimos promover a algunas autoras que han dejado trazas perdurables de su fructuoso tránsito por el ambiente cultural dominicano.

Emilia Pereyra es escritora y periodista dominicana, Premio Nacional de Periodismo 2019.