La responsabilidad del “Yo no veo cine dominicano” es de quienes fueron a ver las primeras comedias  comerciales – producidas sin demasiado criterio de cine verdadero (como en alguna medida sigue aconteciendo), no han seguido yendo a las pantallas a comprobar que  ese criterio no es una etiqueta  automática  única que describa de un solo plumazo la calidad de las producciones audiovisuales, en toda la variada gama de corrientes, tendencias, géneros y directores, que hoy fluye por las pantallas.

Esos cinéfilos pagaron en principio por ver lo que se les ofrecía y el producto que vieron no satisfizo. Como era lógico y se imaginaron que todo lo por venir, sería igual, o peor.

Afortunadamente, hoy día, pese a que se sigue ofreciendo una parte del cine que ha creado esa actitud de rechazo a nuestro cine, la paleta de producciones es más amplia, más consistente y variada, por suerte, de lo que algunos pudieron imaginar al crear el estribillo.

Nadie afirma que todo el cine dominicano que se hace actualmente sea premiable internacionalmente, ni que aparecerá en las listas de recomendación nacional para los premios Oscar y Goya. 

Lo que sí es claro es que la industria ha evolucionado, ha generado una estela de figuras sobre todo de la dirección y el guion (el gran Talón de Aquiles de la mayoría de lo que hacemos) que ha cualificado piezas que deberían ser orgullo nacional.

Ya no es posible considerar el cine local como un amasijo uniforme de producciones cargadas de facilismo, deseos de producir dinero al precio que sea, aun cuando no sea pecado que una industria fije entre sus metas principales, las buenas ventas. 

El cine nacional es parecido al cine internacional, en ambos hay de todo: calidad y deficiencia. Obras maestras y productos de fórmula para complacer al espectador que solo aspira hora y media de desconexión, no importa si lo que va a pantallas está bien o mal producido. 

El 2019 entrega sus últimos alientos, y con la partida, quedan marcas de cine local de variada coloración, de diversa calidad… desde la comedia tradicional que, en el marco de sus siete expresiones para el cine local, procura risa y boletería, hasta selectas piezas de ficción casi todas provenientes de jóvenes talentos de la dirección y la consolidación de un género: el documental con cuatro piezas presentables en cualquier pantalla del mundo.

¿Qué hubo en 2019 en cine nacional? ¿Mejoramos? ¿Superamos la calidad? ¿Qué se puede reconocer y que se puede rechazar de las producciones nacionales que llegaron a pantallas?

23 películas dominicanas en 2019 y al menos 26 en lista de espera para 2020, dejan claro el potencial de la industria audiovisual dominicana, la que sigue aun con muchas materias pendientes, a pesar de algunos éxitos de calidad indiscutible. 

2019 termina sus horas y es tiempo para evaluar y de adelantar lo que viene en 2020.

Las películas dominicanas proyectadas en pantallas comerciales en 2019 fueron:

Lo mejor en ficción

Colours. Drama romántico. (Luis Cepeda).

Casi siete años tomó el proceso desde que se logró el primer guión (más o menos definitivo, aun cuando tuvo nuevas versiones) y que representó una experiencia fresca, renovadora y técnicamente impecable. 

Un director sin apariencia juvenil y manejándose para su opera prima, ofreció demostración del talento desconocido por parte de un cineasta que tenía carrera en la industria como asistente de muchas películas. 

Una trama “redonda” y cuidada por su director y guionista, un casting local de lujo, en el cual resaltan Francis Cruz, haciendo un personaje en tres etapas de su vida, un logro actoral y de maquillaje y vestuario que las crónicas de cine – por ser producidas al vuelo- no resaltan.

Stephany Liriano (Patricia, regreso de un sueño– René Fortunato) entrega verosimilitud y autenticidad   y ratifica sus altos dones como intérprete femenina.

Cristian Álvarez aporta las condiciones para lograr una de las parejas fílmicas de mayor unidad en pantalla.

Cepeda se tomó su tiempo para trabajar con cuidado extremo su ópera prima para la cual concibió encargar un arreglo sinfónico de “Por Amor” con que cierra por lo alto y nos produjo el nudo en la  garganta esperado…si se tienen sentimientos en el alma.

Su estreno en el Festival Global de Cine Dominicano (Omar de la Cruz/Funglode) representó el primer gran entente del cine local, en un acierto del criterio de Omar de la Cruz en el marco del Palacio del Cine.

Miriam miente. Drama (Natalia Cabral/Oriol Estrada, Faula Films). 

Esta pareja dominico-española ya había establecido la seriedad de su quehacer audiovisual realmente independiente: Tú y yo, El sitio de los sitios. Un cine hecho con criterio, apoyado en el concepto, la economía y eficacia de los recursos y las actuaciones naturales con refuerzo de talentos profesionales. Miriam miente es poema visual sobre el prejuicio y la realidad racial. Reflexión sobre la identidad que cargo con ocho premios internacionales: Huelva, Havana Film Festival, Punta del Este y Guadalajara, entre otras distinciones.

Dos Mejor Que Una. Comedia. Romance (José Enrique Pintor). 

Con Frank Perozo, Nerea Barros y Dalissa Alegría.  Sol y Luna era mucho mejor, pese al buen manejo de sus recursos técnicos y las actuaciones de Perozo, Barros y Freddy Ginebra. Una coproducción dominico-española de consistencia que mereció mucho mayor respaldo, sobre todo por haber plasmado el ambiente caribeño y el gallego en lo mejor de sus expresiones.  Una producción realizada con sentido del cine 

La Barbería. Comedia. (Waddy Jáquez -Lántica)

La ópera prima del director teatral, productor y actor se constituyó en una excelente muestra de su destreza fílmica que, con guion de Ari Maniel Cruz, David Maldonado y el propio director, partiendo de una obra teatral homónima que triunfó en Broadway y ambientada en el Alto Manhattan, con la cual logró una expresión distinta y muy auténtica del género de la risa, matizado de tonalidades nostálgicas y sociales.

La isla rota. Drama (Félix Germán

Si es como se cuenta que un director es tan bueno como su última película, Félix Germán superó con La isla rota su Maldición del Padre Cardona (2005), mucho antes de existir la Ley Nacional de Cine. La obra de Félix Germán, que recreó el ambiente fronterizo en la época de los 30s con un diseño de arte que no es su único aporte fuera de lo ordinario. Nobleza en las actuaciones de Manny Pérez y Frank Perozo en la mejor de sus interpretaciones del 2019, además de los papeles de la contraparte haitiana que impuso fuerza y sentido actoral. Si una carrera profesional impregnó novedad y seriedad al cine dominicano en 2019, es la de Germán, como director y como talento actoral. Fue él, la gran sorpresa por sus aportes.

En tu piel. Drama erótico. (Matías Bize/Larimar) 

Cuando circularon las primeras versiones de que la Productora Larimar se proponía un remake de la icónica En la cama (Matías Bize) de 2005, no se previó que el director chileno no estaba dispuesto a repetirse escena por escena y por eso, cobrar su sueldo. Lo que salió fue una versión nueva, actual, con dos intérpretes locales que llenaron la pantalla (Josué Guerrero y Eva Arias, sobre guion de Julio Rojas, creando el precedente de la pareja erótica más convincente del cine dominicano. Fue realizada en los estudios La Casita de Producciones, de Alan Nadal Piantini. Su trailler en los cines fue uno de los más breves e impactantes y el cine nacional entró con clarinetes en un ámbito erótico como nunca antes se había producido, con el aventajado aspecto de que lo fundamental era el cruce de sensaciones a que daba lugar.

Los Leones. Comedia industrial de alto perfil de incidencia. (Frank Perozo). 

Como película de humor tiene un amplio espectro para valorar aspectos negativos y positivos. Realizada por un equipo técnico de primer nivel de calidad internacional.

Destaca, por su banda musical a cargo de Sergio Lacima (ganador en Tenerife en el Festival de Bandas de Sonido con La Isla Rota) y el diseño de sonido de Javier Fernández y Alejandro Sánchez, pero que radica su trascendencia en el impulso a la internacionalización de producto fílmico dominicano y revela la importancia del mercadeo a fondo, desarrollado en sus aspectos fundamentales y subsidiarios. 

Los Leones es la más contundente prueba de que la industria local de nuestro cine cuenta con las relaciones necesarias para estructurar una plataforma técnico-artística de que nuestra industria audiovisual puede producir títulos que alcancen niveles insospechados de penetración a mercados internacionales al tiempo de que se ha creado un poderoso músculo promocional que ha ensayado novedosas formas de promover un producto, fruto del cual hoy día Que León (Frank Perozo) es una comedia con una demanda formidable entre el público de Netflix, de acuerdo a informes extraoficiales que nos llegan, ya que esa empresa no ofrece datos de visionado por regiones o países.

La creación de esa plataforma de promoción cinematográfica (la más avanzada y efectiva) hay que anotarla a Caribbean Cinemas, ahora cumpliendo sus 50 años de fundación por parte de Víctor Carrady, primero en Puerto Rico y luego expandida por el Caribe.

Trabajo actoral.

Los comediantes Raymond Pozo y Miguel Céspedes caen bien, tienen una trayectoria que proviene desde ambientes empobrecidos, han superado sus quehaceres como intérpretes, aun cuando no son actores versátiles que los lleve a roles y papeles dramáticos, manteniéndose en el ámbito del humor, en el cual podrían ser mucho mejor de lo que son.

Ozuna es bueno a pesar de que ha sido “metido a actor” por los imperativos de internacionalizar el título fílmico nacional y Clarisa Molina cumple los requerimientos de su papel, pero habríamos preferido una figura con menos renombre y más garras en la adopción de su personaje de modo que la trascendencia al filme lo lograra el quehacer actoral y no la trascendencia mediática internacional de una figura establecida en esos códigos. Molina no está mal. No desencaja. No echa a perder nada, pero su inclusión se presta a debatir nueva vez, los criterios de selección de un casting que sea actoralmente formidable o que, garantice la validez del nombre de la figura.

Stephany Liriano, Celinés Toribio y Mariluz Acosta, dotadas de un encanto que penetra al espectador, muestran lo que resulta de un trabajo actoral profesionalmente asumido.

El proyeccionista. Drama.  (José María Cabral).

La trayectoria de Cabral siguió este año conformando uno de los exponentes del creativo audiovisual de mayor ímpetu creativo, procediendo de Carpinteros (2017) que provocó oleadas de precedencias. Cabral con El proyeccionista, abogaba por un cine de autor sustentado en una historia en la cual, personalidades y hechos conforman una trama mínima que se hace universal. El proyeccionista fue uno de los tres mejores intentos de establecer marca nacional de cine en el ámbito iberoamericano. Muy premiada y consentida de la crítica, Cabral ofreció argumentos para ocupar el sitial que con justicia se ha ganado.

Otros productos de ficción

Encuentro. Thriller. (Juan Ramón Martínez).

Producido por Eddy Jiménez de  Visión Infinita Films y apoyado por Palacio del Cine, es otro ejemplo del cine local llamado a ser mejor.  Johnnie Mercedes y Juan Fernández fueron generosos al aceptar su participación en este proyecto, que debió ser mucho mejor planteado. Otros talentos son Mirope Ramírez, Harley Dorado y Lusínqui Hernández.

Expresos. Drama cristiano. (Jesús Villanueva). 

Un trabajo que, atrapado en los garfios de las buenas intenciones y la incapacidad de  tomar las esencias del lenguaje del cine, cuando se desea ir en niveles superiores al adoctrinamiento mecánico, que no evita enviar mensajes equivocados (“Nunca golpes una niña, aun cuando lo merezca”). Procurar que el cine sea una caja de resonancia del mensaje cristiano formal, se transforma en una paradoja para el arte más libre de todos, el cine. Actúan Kairo 777, Kelvin Araujo, Wellington Berroa, Rene Castillo, Ivelisse Cruz, Julio César De Jesús, Carlos De Pérez, Massiele Fermín, Mónica García y Christopher Henry.

El documental

Este 2019 fue un gran tiempo para el cine-verdad. Los documentalistas, que antes habían entregado piezas tan trascendentes como Blanco (del inconformista cineasta y artista plástico Melvin Durán, 2015), Nana (Tatiana Fernández Geara, (2016) y Caribbean Fantasy (Johanné Gómez Terrero, 2016), logran en 2019 piezas para ser estudiadas y reconocidas.

La consistencia del documental es uno de los éxitos de mayor consistencia de nuestra cinematografía.

Gilbert, héroe de dos pueblos. Docu-Drama  (Euri Cabral y Zinayda Rodríguez) 

El 4 de febrero, en el marco del XII Festival de Cine Global Dominicano, se produjo la premiere del docu-film Gilbert, héroe de dos pueblos, en el Palacio del Cine Blue Mall, producido por Euri Cabraly Zinayda Rodríguez, con la dirección dePavel López (a quien poco crédito se le ha dado por su fundamental labor), en este trabajo que evitó la recreación hemerográfica y documental de gabinete en el Archivo General de la Nación y los archivos de Nicaragua, para adoptar la forma y demanda logística de una película, al incluir escenas que recreaban el ambiente y los personajes. Teo Terrero y Manuel Chapuseaux, encabezan un elenco que se desempeña con  destreza en sus roles. Ramon Emilio Candelario muestra su versatilidad, tras su actuación carcelaria en Carpinteros (José María Cabral).

Cacú, un cambio por la vida. Documental ambiental. (Marvin del Cid). 

Un fenómeno documental se produjo con el estreno de este trabajo, cuyo proceso se ha tomado más de cinco años para cubrir el proceso que atestigua la transformación de cinco pescadores de Playa Manresa, de depredadores en defensores de las tortugas que depositan sus huevos en ese lugar. El fotógrafo y cineasta guatemalteco, ofrece una lección cinematográfica de persistencia y calidad, al documentar un proceso que puede servir internacionalmente como ejemplo tanto de jornada medio ambiental como de cine con propósito.

Isla de Plástico. Documental Ecoambiental. (José María Cabral-Cacique Films)

Este documental tiene lugar como parte de la sensibilidad ambiental de un joven director que busca las formas de expresar rebeldía ante realidades de su tiempo. Una pieza trabajada con amor, detalle, criterio científico. Cabral tiene una enraizada vena de documentalista ambiental y social, lo que se evidencia en sus productos en este género. La alianza con Cacique Films (David Maler & Nashla Bogaert) resultó oportuna para concretar el trabajo.

Santo Domingo, Primera de América. Documental-Dramático (José Enrique Pintor).  

Su estreno estaba fijado para el jueves 12 de diciembre, pero ha trascendido que, por conveniencia de distribución internacional, será exhibido en 2020. Ya lo hemos visto y adelantamos que representa el gran cambio de conceptualización del documental dominicano y reinstala la nación como  espacio de producción de documentales. Es completo, fortalecido con fuentes muy serias y artísticamente logrado al nivel de excelencia.

Se trata del proyecto documental más y mejor trabajado y de mayor complejidad logística por la labor de recreación de ambiente, para lo cual se tuvo que hacer un esfuerzo especial en diseño de arte y selección de actores. Una representación con los estándares internacionales del documental de gran nivel.

1984: El otro abril. Documental histórico. (Reyvin Jáquez).

Proyectado a partir del 12 de septiembre en Palacio del Cine (actitud de apoyo al cine independiente que caracteriza a Palacio del Cine, apoyando proyectos que no tienen objetivos comerciales). El director cuenta los hechos y apela a filmaciones noticiosas, noticias de medios escritos y fotografías de época, además de entrevistar a historiadores, políticos y escritores, quienes exponen su perspectiva de los hechos. Su valor es más informativo que cinematográfico, develando a las presentes generaciones millenials, lo que fue El otro abril, en referencia al abril 1965, la guerra patria. “La Poblada de Abril” de 1984 fue una serie de protestas barriales violentas en lucha contra medidas económicas fiscales, que adoptó el gobierno del  presidente Salvador Jorge Blanco, el fin de semana largo que coincidía con el aniversario de la Revuelta Constitucionalista.

La comedia

La comedia sigue siendo alma productiva de la industria. 

Ella es la que mayor cantidad de talentos y técnicos contrata, además de ser la que más dinero produce en boletería.

2019 fue marco para estrenar 9 producciones de este género, que es el alma de la taquilla, pero, en general, persigue en una parte de su producción, el guión de soluciones parlamentarias y facilistas, uso de figuras de prestigio prestado, actuación sobreactuada y tramas completamente previsibles.

Por suerte ya no prima una expresión simplista en realización de la comedia y hoy día se pueden identificar hasta diez corrientes distintas en el género:

  1. La comedia fundacional. Es la que bien inicio el camino de la comedia con Nueba Yol y Perico Ripiao (Ángel Muñiz, 1995 y 2003), caracterizada por una correcta puesta en escena, desde su guion hasta los aspectos interpretativos, el uso de los recursos técnicos con el mejor rendimiento posible para su época, a lo que añaden dos aspectos: el uso de figuras protagónicas histriónicas importadas de otro medio audiovisual (televisión) y un notable compromiso de contenido social. Muñiz es una figura determinante e histórica, a pesar de que ha decidido asumir un rompimiento con los aspectos mediáticos de la industria. Desde Estudios Quitasueño, hace lo que quiere y ama lo que hace. Rechaza reconocimientos que merece en justicia y verle en un estreno es menos que imposible. Con todo y su actitud selectiva en cuanto a las relaciones, Muñiz es sin duda uno de los protagonistas del inicio y el desarrollo del cine dominicano.  Y eso lo distingue, tenga o no estrellas en el paseo de la fama del cine dominicano. 
  2. La comedia innovadora. Inicia con José Enrique Pintor, con Sanky Panky (2007), tendencia en que desborda una creatividad estilística similar en su carga de humor, manejo de los lenguajes del cine, y persistiendo en sustraer sus protagonistas de la televisión y la radio, procurando incrementar el atractivo de cara a la boletería y que se reafirma con Sanky Panky II (2013). Pinky Pintor es responsable del proyecto que más cabida ha ofrecido a los actores teatrales, con el protagónico a tres maestros de teatro en la comedia No hay más remedio, una película bien lograda y que debió merecer mucho más reconocimiento y ventas del alcanzado.  La cualidad de innovación se nota igualmente en la comedia romántica Dos mejor que una (2019) horriblemente titulada en lugar de Sol y Luna, titulo original.
  3. La comedia comercial. Roberto Ángel Salcedo se inicia en el  como protagonista, junto a Jochy Santos y Daniel Sarcos, en Un macho de mujer (2006), dirigida por Alfonso Rodríguez,  para seguir en como figura masculina principal en Mi novia está de madre (2007) dirigido por Archie López, para estrenarse como director en 2008 con Megadiva y de ahí en adelante definir una carrera que produce entre dos y tres producciones anuales, caracterizadas por guiones facilistas, que deben mucho  a la televisión, con el uso extremo de figuras que adhieren su popularidad televisiva para garantizar mayor impacto, factor favorecido por ser el director-productor que cuenta con los mejores recursos de promoción (muchas veces iniciando hasta cinco y seis meses antes del estreno). Es uno de los productores directores que más boletas vende, aun cuando tiene una deuda con el cine estructurado al cuidado de una visión cinematográfica integral.
  4. La comedia que se supera a sí misma. Responsabilidad de Archie López. Es el director que se inicia con comedias claramente comerciales, pero en López se experimenta un proceso de cualificación y estilístico  que evidencia una búsqueda de mejorar los mensajes, alejarse de los estereotipos e incluso experimental con un tipo de comedia de fe: Cristiano de la Secreta (2009), Hermanos (2017), además de haber creado una franquicia (la más exitosas de nuestras comedias) con Lotomán  (2011) y sus otras dos entregas (2012 y 2014) , lo cual remata con la también exitosa franquicia Tubérculo: Tubérculo Gourmet (2015) y Tubérculo Presidente (2016), dos de las de mayor recaudación taquillera y que logran un acercamiento a la criollización (ridiculizada) del temperamento del dominicano de clases populares.
  5. La comedia diferenciada. Francisco Disla Ferreira, es un caso aparte en el cine criollo. Desde su productora Imákonos, ha dirigido tres comedias: Un lío en dólares (2014), Dos policías en apuros (2016) y El fantasma de mi novia (2018), en las que evidencia el impulso creativo tan propio de un director que no se parece a nadie, que toma riesgos y que establece, más que un estilo, una escuela, por el rompimiento de esquemas de guion y dirección. Disla es una estrella completamente diferenciada en materia de comedia criolla.
  6. La comedia creativa. Integrada por directores, sobre todo jóvenes, que despliegan en pantalla un aliento novedoso, de empuje y consistencia profesional. En esta tendencia se debe incluir a José María Cabral, quien ofreció una lección de cine de fuerte sentido estructurado como Arrobá (2013), una osadía que vinculó el cine de época trujillista con cine de ficción, y El detective Willy (2015) con un Fausto Mata que logró el mejor papel de comedia que ha hecho hasta el presente. A este cine se debe adjuntar el bien logrado trabajo de Leticia Tonos con Juanita (2018), uno de los proyectos cinematográficos de humor de más elevada terminación y que aportó una muestra de cómo lograr el mejor cine universal a partir de una historia local.
  7. La comedia de verano. Es el tipo de trabajo pensado, como parte de una directriz industrial y una estrategia de mercado, para ser estrenada en verano que tiene al joven David Pagán con Trabajo Sucio (2018) y ahora con La Maravilla (2019) en los cines Caribbean Cinemas. Trabajo Sucio se pudo transformar en un gran inicio de esta tendencia, pero fue criticada por su similitud con Chance del director panameño Abner Benaim. Con La Maravilla se reivindica bastante al lograr una mejor obra para la risa. Sigue apoyándose en figuras provenientes de la televisión o las plataformas digitales
  8. La comedia del orgullo femenino. Se trata de trabajos de diversos directores que retozan con la aspiración de mujeres de adoptar roles activos, dinámicos y transformadores de la imagen tradicional de la mujer y que abrió con el exitazo ¿Quién manda? (Ronny Castillo, 2013) producido por Larimar y que estableció un referente nuevo (a pesar de crítica de similitud con el estilo de otras comedias internacionales). También figura Todas las mujeres son iguales (David Maler, 2017) que igualmente aporta un hito determinante para nuestro cine, por la chispa del cuarteto femenil que se luce.
  9. La comedia blockbuster navideño”. Arranca con Colao (Frank Perozo, 2017), sigue con Qué León (F. Perozo, 2018), Juanita (Leticia Tonos, 2018) y ahora con Los Leones (F. Perozo, 2019) En general son producciones industriales tratadas con un cariño empresarial especial y un empeño en cubrir por encima del estándar, todos sus cuidados. Se les hace un esfuerzo notablemente marcado en la promoción y mercadeo.
  10. 10.La comedia necesitada de calidad. Se trata de trabajos de mala facturación, con desarrollos mal concebidos desde su guión o deficitariamente resueltos en su realización. Generalmente a cargo de directores sin experiencia o carentes del espíritu de gracia que demanda el género. Se puede citar en este apartado Lío de Faldas (Miguel Vásquez), Mi Angelito Favorito (Alfonso Rodríguez).

Lo que hubo en comedia

Casi Fiel. El equipito. (Roberto Ángel Salcedo). Se trata del más trabajador de los directores de comedia comercial, persiste en esos mismos esquemas, que aun cuando son productivos, deben elevar sus estándares de calidad como cine.  Este 2019 puso en pantallas Casi Fiel y El Equipito

Super bomberos. (Francisco Disla, El indio), un singular director que en 2018 entregó El Fantasma de mi novia, importante experiencia, nos dejó mal sabor de boca que descendieron en guion y actuaciones superficiales y mal logradas. El indio es un director que puede dar productos muy superiores, sobre todo en actuaciones. Algo no funcionó.

Atrako por Joder. (Eddy Jiménez). Uno de los trabajos que mejor justifican el rechazo del buen cine criollo por sus estándares deficientes de producción, que apela a figuras del ritmo urbano puestas a actuar en el código inadecuado, fue unproyecto con muchos aspectos por superar y que giró en torno a  las limitantes del cine que aspira a serlo. Es el tipo de comedias que, desde su título, se sabe ya que algo estará fallando en todo el metraje.

Gusbay New York. (Víctor Reyes). Pasó de guionista de humor a director con su ópera prima, también marcado por el facilismo actoral, los estereotipos y la actuación basada en el esquema televisivo. El guionista y escritor de libros de humor, está bien intencionado, el mensaje es positivo, pero el dominio de la dirección de cine no se saca como un premio y el resultado final alienta los prejuicios contra la pujanza del cine a que debemos aspirar. Un detalle a su favor: es la segunda película en la historia de nuestro cine que usa una caricatura para su cartel oficial. La primera fue Los locos también piensan (Luisito Martí, 2005)

Cinderelo. (Beto Gómez). Este cineasta mexicano dirigió, con la producción de Alfonso Rodríguez, un remake de Feo de día, lindo de noche (Alfonso Rodríguez, 2012) con talentos nacionales y mexicanos. Interesante, pero sin la gracia de la primera entrega. Se nota el dominio del oficio del cine y permitió enriquecer la experiencia de rodaje de comedias, pero pudo haber sido mejor.

Kanibarú, (Alfonso Rodríguez). Este director, actor y productor es un caso especial y aparte en el cine local. Dotado de una enorme capacidad de trabajo y empuje artístico-actoral, Rodríguez es sorprendente en su producción. Esta comediainspiracional basada en una competencia del baile carnavalesco, estimula el luchar por objetivos altos y competitivos de parte de la juventud, su tema es poco abordado en nuestro cine y la oportunidad que representó para proyectar una serie de jóvenes talentos, es valiosa. Bien actúan La Materialista, Mark V, Vladimir Acevedo y Brashell Santos, entre otros, que logra salirse del esquema, aun cuando conserva rastros de un reduccionismo del cuerpo de la mujer, pero su óptica es en general, positiva.

La Maravilla (David Pagan Mariñez). Un proyecto interesante por los caminos nuevos de realización que muestra, partiendo de un guion de José Ramon Alama (Bou Group), permitiendo esta vez un tema local que divierte a pesar de sus criterios de fórmula (Los nuevos dueños que vienen a establecer su poder y sus condiciones a los inquilinos de inmueble recién adquirido), pero ello no le resta fuerza.  Se siguen usando figuras populares prestadas de otros ámbitos, (la televisión, los influencers y la música urbana), pero también hay actores como Cheddy García, Frank Perozo, Yasser Michelén, Ana María Arias y Luis José Germán.

El papel de la DGCINE

La Dirección General de Cine ha cumplido con un papel de gestión y proyección del cine dominicano que ha resultado fundamental para el establecimiento de la industria y a formulación definitiva de una marca nacional del cine.

La gestión de Ivette Marichal y su equipo ha sido inteligente, oportuna y ha canalizado programas y estrategias en procura del avance de nuestro cine.

Las estadísticas de la Dirección General de Cine son elocuentes al establecer que, desde la promulgación de la Ley No. 108-10 en el 2010 hasta el 2018, se han estrenado más de 138 películas nacionales, frente a 101 películas que se filmaron en los 88 años entre el 1922 hasta el 2010.

Ley Nacional de Cine 108-10:

http://dgcine.gob.do/pdf/Ley_fomento_actividad_cinematografica.pdf

Historia del cine en RD

Resultados de la Ley Nacional de Cine:

http://dgcine.gob.do/descargas/Catalogo%20Resultados%20Ley%20No.%20108-10%20para%20el%20Fomento%20de%20la%20Actividad%20Cinematografica%20en%20la%20Republica%20Dominicana%202010-2018.pdf

DGCINE ha informado que:

  • 29 películas extranjeras se han rodado en territorio dominicano en 2019. 
  • De estas 29 producciones extranjeras, cuatro aplicaron para el incentivo fiscal, conforme al artículo 39 de la Ley y las otras 25 no aplicaron.
  • Netflix rodó 10 capítulos de una serie que muy pronto estará en el aire que, de resultar exitosa, probablemente implique el rodamiento de otra temporada.
  • En 2018 se realizaron 608 días de rodaje, en el territorio nacional, por producciones extranjeras.
  • En 2018, 8 proyectos que vinieron a rodar en nuestro país que solicitaron nuestro crédito fiscal transferible.
  • 46 proyectos que vinieron a rodar en la República Dominicana, atraídos por el país como destino fílmico y que no aplicaron a los incentivos de Ley de Cine.
  • Estas producciones han aportado a la economía dominicana RD$3,355,397,236 millones.

Un nuevo paso: ADOPRESCI

En este ano el país ha visto nacer la Asociación Dominicana de Prensa Cinematográfica, iniciativa del crítico Alfonso Quiñones, ex editor de arte y cultura de Diario Libre y director del periódico digital notaclave.com, iniciativa que es recogida por un grupo de cronistas y críticos de cine que se reunieron y conformaron una directiva que preside Félix Manuel Lora.

ADOPRESCI es una organización de gestión colectiva, que agrupa a profesionales que se dedican a la crítica, prensa cinematográfica y prensa especializada en cine, con la finalidad de promover y desarrollar el estudio, análisis y teoría cinematográfica, así como también, proteger la libertad de expresión de sus miembros y el ejercicio ético de la crítica y el periodismo cinematográfico.

La I Quincena del Cine RD

ADOPRESCI ha desarrollado su proceso para avanzar institucionalmente, algunos de sus fundadores renunciaron (con razón o sin ella) y ahora, incorporado legalmente, ha motorizado frente a DGCINE, el Festival Global de Cine Dominicano y la Asociación Dominicana de Cineastas (ADOCINE), la I Quincena del Cine Dominicano que abarca cuatro grandes eventos:

  • El III Congreso Nacional de Cine (DGCINE), del 6 hasta el 8 de febrero de 2020 en el Centro de Convenciones del Ministerio de Relaciones Exteriores (MIREX).
  • El 12+1Festival de Cine Global. (FUNGLODE). 27 de enero.
  • El Premio de la Crítica de Cine, con cena de gala de la Asociación Dominicana de Profesionales del Cine en Hotel Hodelpa Casa Real, Ciudad Colonial. 5 de febrero.
  • Los VII Premios La Silla. Enero. Son los premios de la industria a la industria.

2020: Lo que viene

El 2020 está por iniciar y ya tenemos por lo menos una treintena de producciones en lista de espera. Estos son algunos de los títulos y directores (pero hay más):

Mosh. Juan Antonio Bisonó.

Cabarete. Iván Bordas Butler.

Cuando no es Juan, es Juana. Tristan Desechenes.

Culpables. José Enrique Pintor.

Me gusta la tuya. Roberto Ángel Salcedo.

Super Familia. Roberto Ángel Salcedo.

Nadie muere en Ambrosía. Héctor Valdez.

Malpaso. Héctor Valdez.

Diáspora. Héctor Valdez.

El Jordán. No hay más datos.

Motel. Doce directores. Proyecto coral en su dirección. Se le dio a cada director el encargo de producir un corto partiendo de la llegada de una pareja a una habitación de motel. 

Sin aliento. No hay más datos.


A tiro limpio. Jean Gabriel Guerra.

Matum. Jean Gabriel Guerra e Ico Abreu.

Dos padres. No hay más datos.

Carta Blanca. Pedro Urrutia.

La vida de los reyes. Biografía de Raymond Pozo y Miguel Céspedes. No hay más datos.

Veneno, Segunda Caída: El Pueblo Quiere Lucha. Tabaré Blanchard. 

El APP. Tabaré Blanchard.

Inframundo. José Gómez.

Candela. Andrés Farías.

La fiera y la fiesta. Laura Amelia Guzmán e Israel Cárdenas.

La otra Penélope. Bladimir Abud.

La boya. David Maler. 

Freddy. Giancarlo Beras-Goico. 

Malcriados. Giancarlo Beras-Goico. 

Días de carnaval. Giancarlo Beras-Goico. 

Mis 500 locos. Leticia Tonos.

Hotel Coppelia. José María Cabral.

Chowfán. Primera coproducción dominico-china.

Pepe. Nelson Carlo de los Santos Arias.

Una fiesta inolvidable. Tito Rodríguez.

Carlota la mas barrial. Yoel Morales.

Medicina para el corazón. Yasser Michelén.

Malos Padres. José Ramón Alama.

Constanza. Andrés Curbelo.

Juego de hombres. Ángel Muñiz.

Santo Domingo, Primera de América. José Enrique Pintor.

Anotaciones:

Cuadros sobre la incidencia de la industria del cine en 2018. Fuente: DGCINE.

Tabla con las películas dominicanas proyectadas en 2019. Fuente: Félix Manuel Lora.

Documental Santo Domingo, cuyo estreno sería el 12 de diciembre, ahora se espera para 2020.
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José Rafael Sosa es escritor, periodista y animador cultural. Nació en Puerto Plata en 1950. Tiene una amplia trayectoria en el periodismo cultural dominicano. Se ha caracterizado por cultivar géneros que le faciliten una comunicación efectiva con sus lectores, como el cómic y el origami. Es el principal escritor de literatura de crecimiento personal en República Dominicana.