La poesía es un recurso de resiliencia espiritual. A pesar de la pretensión de caos, turbamulta, inveterado escamoteo o catástrofe con que partes interesadas quieren presentar el país en los escenarios internacionales, debido a resultados adversos en un ensayo democrático que no tenía por qué trascender los valladares de sus colores y sucursales, los dominicanos hemos seguido adelante con nuestras tareas ulteriores, nuestras esperanzas y nuestros sueños. Y la nación, esa tantas veces vilipendiada y descosida, cura sus heridas y continúa, con altas y bajas, con logros y fracasos la senda hacia la institucionalidad, la paz social, el desarrollo y apertura a un mundo que muestra cada día un mayor interés en venir a conocerla y disfrutar de sus bellezas naturales, su cultura y su gente. 

Sí, la poesía es una pócima de resiliencia. Pero, también el pensamiento se eleva y trasciende. Porque, a pesar de aquello y de nuestros avatares, el país celebró, entre el 14 y el 17 de este mes, el V Congreso Dominicano de Filosofía, de la mano de la Asociación Dominicana de Filosofía (ADOFIL) y, simultáneamente, el IV Precongreso Centroamericano de Filosofía, ambos bajo el lema “Ciudadanía, sociedad tecnológica y utopías”. De igual modo, se prepara para celebrar por vez primera en nuestro suelo un encuentro especial de científicos y filósofos, que tiene tradición en Europa, denominado CultMedia (Internartional Research Network on Cultural Diversity and New Media), del 13 al 15 de noviembre próximo, con el lema “Revolución 4.0 en un mundo global: educación, economía y sociedad”, organizado por el Instituto Dominicano de Investigación de la Ciberesfera (INDOIC).

Y porque, como proclamó Hölderlin en su momento, a pesar de todo lo sombrío, la poesía sobrevivirá, nos abocamos a la celebración de la VIII Semana Internacional de la Poesía, del 20 al 27 de este mes de octubre, dedicada, esta vez, a la Generación del 48, en las relevantes figuras de Carmen Natalia, Juan Sánchez Lamouth y Ramón Francisco. Un vasto programa de actividades que llegará a planteles escolares, universidades, centros culturales, plazas públicas, parques y ciudades del interior, protagonizado por autores provenientes de México, España, Perú, China, Argentina, Chile, Haití, Puerto Rico, Honduras, Estados Unidos y Francia, acompañados de una pléyade de más de cincuenta artistas de la palabra de nuestro país. En ese contexto, se rendirán homenajes a figuras de las letras como Walt Whitman, por los 200 años de su nacimiento; Jorge Luis Borges, por celebrarse 120 años de su natalicio y Roberto Fernández Retamar, por su sentido fallecimiento el pasado 20 de julio y por su cercanía a nuestra literatura.

Plenamar ha querido adelantar a sus lectores, con este dosier, una muestra representativa de la riqueza y diversidad de los poetas que nos visitarán desde esas naciones y culturas del mundo. Agradecemos al fotógrafo artístico Herminio Alberti, por las hermosas piezas visuales con que ilustra los textos de los autores seleccionados. Además, Jochi Herrera publica el trabajo con que presentó en nuestro país la antología Nubes. Poesía hispanoamericana (Pretextos, Venezuela, 2019), seleccionada y prologada por la poeta venezolana Edda Armas. También, Basilio Belliard nos entrega su texto de presentación en Santo Domingo del poemario de José Mármol titulado Yo, la isla dividida (Visor Libros, Madrid, 2019). La poesía, como bálsamo resiliente y para suerte nuestra, nos aliviará de la pesadumbre y del escarnio.